Desde los orígenes de la humanidad, los primeros que le metieron pata al tema de los fuegos artificiales fueron los chinos, unos capos a la hora de iluminar los cielos con formas y colores espectaculares. El tema es que después estabas tres días comiendo empanada de murciélago con olor a pólvora. Es por eso que, desde hace unos años, le comenzaron a buscar la vuelta para seguir la tradición sin ensuciar tanto.
Y lo lograron. Gracias a la tecnología suplantaron la pirotecnia por drones. Y cada año van sumando más y más aparatos hasta que, en este 2024, lograron un nuevo récord con nada menos que 8.100 drones volando sincronizadamente y formando figuras que podían ser vistas en varios kilómetros a la redonda y que dejaron a todos con la boca abierta por su belleza.
La ciudad de Shenzen fue el lugar donde se llevó a cabo este descomunal espectáculo.
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