Una mujer denunció a un arriero por haber ventilado como si nada videos y fotos de ella teniendo relaciones sexuales. Tras el escándalo, lo denunció y una agente fiscal quedó a cargo de la investigación. Ahora, ambas personas eran destinatarias de flores. Pero los ramos no venían solos: ¡traían amenazas!

Fue la agente fiscal Ruth Benítez, de la Unidad Especializada de Delitos Informáticos, quien hizo de público conocimiento lo sucedido. “Cerca de las 7:30 de esta mañana, aproximadamente, una persona de la florería Franco se presentó a traer unos ramos. Tenían un sobre cerrado con unas calcomanías de Anonymous por lo que automáticamente le pedí que se quedara y que esté presente mientras abría el sobre por si se trataba de una amenaza. La persona me manifestó que el ramo debía ser entregado ayer y como no tenían registrada la dirección no pudieron entregarlo”, he’i la agente fiscal.

“Efectivamente, cuando abrí la nota, era una amenaza, por lo que le pedí que no se retire y labramos acta. El repartidor declaró y dijo que había otros ramos, dirigidos a otra persona, que resultó ser la víctima y denunciante de un caso, por lo que procedí a interceptar el ramo”, precisó.

La agente fiscal Benítez está a cargo de la investigación derivada de la Operación “Duck Sex Games”, realizada junto al Departamento de Investigación del Cibercrimen de la Policía Nacional. Una persona fue imputada, pues habría compartido, sin consentimiento de la víctima, varias imágenes y videos de carácter íntimo-sexual a través de distintas plataformas. Los archivos se habrían obtenido durante la relación que el investigado tuvo con la víctima.