The Player Tribune lanzó un artículo en el cual el “Emperador” se sinceró como nunca antes. Sí, Adriano, el tremendo goleador que deleitó al mundo entero y entusiasmó a Brasil con títulos internacionales, que se codeó con grandes figuras mundiales, que chutó en algunos de los clubes más importante del mundo, hoy es feliz, como él mismo acredita, en el lugar que lo vio criarse y malcriarse.
Como para que no queden dudas, en una carta por demás emotiva, Adriano habló sobre su pasado y sobre cómo lo encuentra el presente, donde no se guardó detalles y dejó saber cómo él mismo se ve.
“¿Sabes lo que se siente al ser una promesa? Lo sé. Incluso una promesa incumplida. El mayor desperdicio del fútbol: yo. Me gusta esa palabra, desperdicio. No solo por cómo suena, sino porque estoy obsesionado con desperdiciar mi vida. Estoy bien así, en un desperdicio frenético. Disfruto de este estigma”, arranca diciendo este ser humano de carne y hueso que alguna vez supo ser un enorme goleador y ejemplo para muchos.
Se dijo que estaba metido en la delincuencia. Que estaba metido en las drogas. Que era un alcohólico. Él no tiene problemas en asumir lo que es verdad. El resto, puras habladurías.
“No me drogo, como intentan demostrar. No estoy metido en el crimen, pero, por supuesto, podría haberlo hecho. No me gusta salir de fiesta. Siempre voy al mismo lugar de mi barrio, el kiosko de Naná. Si quieres conocerme, pásate. Bebo cada dos días, sí. (Y los otros días, también.) ¿Cómo llega una persona como yo al punto de beber casi todos los días? No me gusta dar explicaciones a los demás. Pero aquí va una. Bebo porque no es fácil ser una promesa que sigue en deuda. Y a mi edad, la cosa empeora”, confesó.
El artículo, por demás extenso y emotivo, fue publicado The Player Tribune, donde se lo pudo ver tal cual es, viviendo su día a día, abriendo su corazón y, por encima de todo, relatando su realidad en primera persona desde Vila Cruzeiro, un lugar por demás peligroso que “não é o melhor lugar do mundo. A Vila Cruzeiro é o meu lugar.”
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