No se sabe cuánto estaba “sufriendo” la persona que tomó al toro por las astas y decidió pintarrajearle todo el auto a quien fuera su pareja. Pero lo que sí está claro que el que va a “sufrir” y mucho es el dueño del vehículo cuando lo tenga que mandar a pintar de nuevo porque es imposible sacarle todos los “recuerdos” que le dejaron. Las fotos se hicieron virales.
La “nave”, que tenía una capa de pintura bien oscura, le sirvió de pizarrón a una persona que no dudó en dejarle unos cuantos escritos recordándole que le “falló”. Con citas como “infiel”, “mentiro” y “puerco”, además de instrucciones claras de “ya no me busques”, el vehículo apareció como “una obre de arte” al “engaño” quietito en un estacionamiento de un comercio en una ciudad de México.
Así, se sumó a la ya larga lista de personas acusadas de infiel donde el que termina pagando los platos rotos es el auto.
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