Un vuelo de United Airlines sufrió un incendio en uno de sus motores poco después del despegue del aeropuerto internacional de Denver en ruta hacia Edmonton. La enorme bola de fuego que se podía ver a lo lejos causó miedo. El porqué roza lo increíble.
Por lo general, este tipo de incidentes se suelen registrar cuando se meten aves. Sin embargo, en este caso, no se trató de un plumífero sino de un conejo. ¡Sí! Un conejo. ¿Qué hacía ahí? Aparentemente, cuando estaba en la parte final del “carreteo” en pista, la fuerza de los motores aspiró al animalito que, a medida que fue pasando por la turbina, produjo una explosión.
El Boeing 737-800, que transportaba a 153 pasajeros y seis tripulantes, sufrió “un fuerte golpe y una vibración significativa en el avión”, según contó el pasajero Scott Wolff a «Good Morning America». El vuelo pudo aterrizar de nuevo en Denver.
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