¡HESÚKENA! Está allí hace muchísimos años. Su aspecto no cambió con el correr del tiempo, pero su fama cada vez crece y se vuelve más misteriosa.

Los que alguna vez ingresaron a su interior, ya no regresan. Dicen que el lugar es sinónimo de terror, ¿será? Pocas visitas deben provocar tanto miedo como una a esta vieja mansión, ubicada en la ciudad de Eusebio Ayala (Barrero Grande), Cordillera.

Ruidos, golpes, apariciones, leyendas siniestras. Algo sobrenatural. Eso dicen haber experimentado la mayoría de los que visitaron esta construcción.

Muchos, aseguran que el sitio tenía que haber sido un motel, pero-al estilo metrobús- la obra oparei y quedó a medio construir.

Otros, guiados por los dichos de la abuela, aseguran que hace varias décadas allí vivieron unos monaguillos ¿A quién pertenece? Nadie lo dice.

Lo cierto es que en el sitio supuestamente ocurren hechos que van más allá de lo racional.

“Lo único que te puedo decir es que jamás vayas de noche y con tormenta. Yo tuve una experiencia, se lo que vi -bueno lo que vimos-”, contó Diego Maqueda.

Estaba con mis padres y una sobrina, ingresamos allí para refugiarnos de una tormenta que nos agarró en la ruta. En ese instante escuchamos gritos, crujidos, nos asustamos muchísimo. Es muy tenebroso”, dijo.

“Según me contaron, en ese lugar vivían unos monaguillos, y uno de ellos se suicidó en el segundo piso. Se dice que por las noches se le ve por la ventana al monaguillo llamando a las personas”, contó Vincen Monzón.

Se habla avei de iluminatis kuéra ndaje

“No está a la venta, nadie conoce a sus dueños, no está expropiada, no se terminó, no se derrumbó. ¿Cómo no va a llamar la atención?”, dijo Maqueda.

“Con lo que me pasó, me puse a averiguar y escuché varias versiones que envuelven a esta casa. Por ejemplo, que en realidad esa casa se construyó para una masónica de la orden Iluminati, pero que antes que se termine la obra fueron a visitar el lugar y que ahí fueron asesinados todos”, agregó.

“Otra versión es que una familia alemana que corrió de la 2.ª guerra, llegó al país, y quisieron construir un albergue hospital. Pero murieron trágicamente en un accidente, y como solo eran ellos y no tenía herederos la megacasa quedó así”, finalizó.