“Gajes del oficio”, decía el comisario Ricardo Servín sin poder encontrar una palabra exacta para darle nombre a un hecho que, si bien no es de lo más común, no es la primera vez que se da y menos en Itapúa, donde aparentemente los delincuentes empezaron a utilizar los dientes como arma contundente, aunque poco efectivos para chulear el calabozo.

Servín comentó que el hoy detenido había caído ya en garras volái la semana pasada, pero que había logrado la libertad por sus propios medios. Los agentes recibieron certera información de hacia dónde se encontraba el prófugo identificado como Elvio César Sanabria (28), alias “Elvio’i”, y fueron a buscarlo.

El comisario a bordo de una motopatrulla lo interceptó cuando se pegaba un paseo en una bici “recién adquirida” de una casa ajena, en un estero del barrio Villa Jardín, hacia donde se aventuró Elvio. Sin ganas de que se vuelva a escurrir, lo siguió dándole alcance.

“Lo agarré, él se agachó y sacó un arma blanca. Con el forcejeo largó el cuchillo y lo reduje” contó el comisario, quien al desarmar al fulano lo esposó. Pero “más ágil que una lechuga”, al decir del Chapulín Colorado, el “draculín” se zafó de la esposa ¡y usó los dientes intentando zafarse del uniformado! Finalmente, el poli logró “domarlo” y llevarlo tras las rejas, pero con recuerditos en el brazo y el pecho.

En diciembre del año pasado la víctima fue el comisario Ignacio Muñoz, en Obligado, esta vez le tocó al comisario de la 68.ª de Cambyretá.

IMPUTADO SOLO POR HURTO

El detenido cuenta con antecedentes por hurto, hurto agravado, homicidio doloso, coacción sexual, prohibición de salida del país y, pese a toda la odisea de atraparlo, fue imputado por hurto. El comisario manifestó que la Fiscalía debe ampliar la investigación, ya que dejaron bien expreso en el informe acerca de la tenaz resistencia que puso al arresto.