• Minga Guazú, Gustavo Galeano, corresponsal.

Hace unos días, Crónica se hacía eco de una denuncia sobre la contaminación del medio ambiente y la invasión de mosquitos generada por una procesadora de cubiertas usadas en el distrito de Minga Guazú. A consecuencia de la serie de publicaciones, en la jornada de ayer una comitiva fiscal-judicial intervino la planta y al toque bajaron el pulgar para que siga funcionando.

Según el agente fiscal Alcides Giménez, nada más costaron unos pasos adentro para darse cuenta que la fábrica de aceite industrial producido de las cubiertas viejas, no reúne las condiciones para operar en el lugar, por lo que en el acto ordenó que se clausure el lugar.

“La denuncia en sí, nosotros recibimos ayer (lunes) y hoy estamos con allanamiento acompañado del señor juez en la cual venimos a verificar insitu la adecuación de su proyecto ambiental. Al entrar y al mirar ninguna de las cosas está adecuada, sin embargo han presentado una licencia aprobada, vigente, patente municipal y evidentemente tiene que ser verificado esto para apertura. Por lo tanto en base a que no se adecuo a ninguna de las leyes ambientales se ordenó la clausura de este local” expresó tajante el agente que, dicho sea de paso, es un experimentado en el área.

La empresa unipersonal figura a nombre del ciudadano brasileño Alexandro Santos Vieira quien ni bollo está por la orden judicial y sigue activando como si nada hubiera pasado. Al ser alertado sobre esta situación que para la justicia resulta una bofetada, el agente fiscal reiteró que si el empresario no se adecua al las leyes ambientales ya no puede operar y si no respeta la orden se tendrá que decretar su detención.

Según el Juez Carlos Vera, el propietario del establecimiento solicitó tiempo hasta las 20:00 de la noche para realizar el enfriamiento del lugar, sin embargo, según pruebas visuales, la industria siguió operando toda la madrugada hasta este momento. El procedimiento estuvo acompañado de cerca por el concejal liberal de Minga Guazú, César Gonzáles.

La planta que procesa cubiertas viejas para la elaboración de aceite industrial, fue denunciada constantemente durante varios meses por la manera que contamina el ambiente, el agua, las plantas y la impresionante cantidad de mosquitos que prácticamente invadió el lugar y no dejaba conciliar el sueño a ningún prójimo, principalmente a las criaturas.