Colectivos repletos pese a que no se vio la misma cantidad de fieles como en otros festejos del 8 de diciembre, antes de la pandemia, y un bajo acatamiento de las medidas sanitarias es lo que se observó en el operativo retorno desde la Villa Serrana luego de la celebración de la misa central en honor a la Virgencita de los Milagros de Caacupé, el día de ayer.
Una de las quejas de los peregrinos, que lo único que querían era volver a sus hogares, rendidos por el cansancio luego de largas caminatas, era que los choferes estaban cobrando el pasaje más de lo que correspondía, además de no respetar la cantidad de gente dentro de las unidades. Agentes de la Caminera que se encontraban dirigiendo el tránsito manifestaron que no se registró el inmenso tráfico que se daba anteriormente.
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