Para Antonia Guillén (56) no existe feriado, lluvia, ni frío que la detenga para llegar a su lugar de trabajo y de esta manera ganarse el pan de cada día honestamente.
Doña Antonia vive en Caacupé y nos comenta que ella sale de su casa a la 1de la mañana para llegar a su puesto de ventas de chipas y café diariamente como lo hace desde hace 25 años frente a la Terminal de Ómnibus.
Alegremente te recibe con un buen día, un vaso de cocido con leche y una chipa para quienes se movilizan desde muy temprano a ella ya la encuentran desde la madrugada y siempre es consultada por las personas sobre qué línea debe tomar para ir a tal parte, para aquellos que vienen desde zonas lejanas a probar suerte en la capital.
MUCHAS COSAS
“Fui testigo de muchas historias que me cuentan mis clientes en todos estos años que estoy aquí”.
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