BAÑADO NORTE. Luz María (8), Dana (3), Pabla (9) y Mauro (5) son pequeñitos que viven en Tablada Nueva (Bañado Norte), en la misma zona donde las aguas del río Paraguay arrasaron con todo hace un año, invadiendo el hogar de estos pequeños. La situación había empujado a que estos niños dejen sus casas con sus familias y vivan en plazas, paseos y veredas.

En medio de tanta inocencia, mientras mostraban hasta dónde ya llegó otra vez el río, con la amenaza de alcanzar sus viviendas nuevamente manifestaban que su único deseo es pasar la Navidad en sus casas y nunca más tener que ir a vivir “en la calle”.

“Yo no quiero más irme a la calle porque hace mucho calor. Mi deseo es que en la Navidad mi casa no se moje todo otra vez”, dijo la pequeña Luz María, quien se encontraba en compañía de su tía y hermanos.

Mientras hacía su castillito de arena junto a sus hermanitos, Pabla nos dijo que “no quiero más que se llene de agua en mi casa porque nos vamos a la calle y después de mucho otra vez venimos”. Aseguró que le encanta estar en casa porque solo ahí puede hacer su castillito de arena.

Así como estos pequeños, hay cientos de niños en la zona que suelen ser desplazados por las aguas del río, cuando empieza la crecida.

El agua sube cada día, he’i

Doña Toribia viuda de Osorio, abuela de algunos de los pequeños, dijo que en los últimos días el agua subió repentinamente y ya les está por alcanzar, ya que ellos están a pasos del río. “Todos los días está subiendo más y creemos que es por las últimas lluvias y las obras para la Costanera que se está haciendo”, dijo. Comentó que la gente que se encarga de las obras de la Costanera debían acercarse a ellos, pero hasta ahora no se fueron.