Si tienes el hábito de “limpiar” tus oídos con cotonetes, la Academia Americana de Otorrinolaringología, que estudia enfermedades del oído y la garganta, te explica por qué deberías de dejar de hacerlo.
La academia publicó algunas pautas actualizadas para el cuidado de los oídos, advirtiendo contra la limpieza excesiva, aconsejando a la gente a pedir ayuda médica si tienen problemas con la audición.
Al meter los capullos de algodón dentro de tus oídos, te estás arriesgando a armarlos con un exceso de cerumen, una condición médica llamada impactación de cerumen. Los oídos están diseñados para limpiarse a sí mismos gradualmente empujando la cera hacia fuera, pero mediante el uso de materiales externos podrías estar empujando todo ese exceso de cera de nuevo hacia adentro.
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