- SANITO. El peque, que nació con casi tres kilos, está sanito y en estado de observación en la Perla del Sur
ENCARNACIÓN. Un hombre quien iba caminando por la calle se llevó un feroz ñemondyi cuando escuchó el llanto de un bebé entre los matorrales. Siguiendo el ruido, fue hasta el lugar y pudo encontrar a un recién nacido que tenía solo unas horas en este mundo.
Rápidamente lo tomó entre sus brazos y lo llevó hasta un puesto de salud, en donde fue atendido de urgencia, luego fue enviado hasta el Hospital Regional de Encarnación, donde actualmente se encuentra. Todo esto sucedió cerca del mediodía de ayer martes en el camino que une Santísima Trinidad y Jesús de Tavarangue.
De acuerdo a los primeros datos que se manejan sobre este hecho, atendiendo al lugar en el que fue dejado, en medio de un matorral plagado de insectos, es un milagro que estuviera sano.
Hasta el momento se desconoce quién sería la madre, aunque se sospecha que podría ser de una comunidad indígena que vive cerca de la zona.
El caso ya está a cargo del Ministerio Público y del Juzgado de la Niñez y la Adolescencia y la Consejería Municipal por los Derechos del Niño, Niña y Adolescente (Codeni).
Los médicos del hospital realizaron los trabajos de primeros auxilios y se procedió a dejarlo internado en observación, teniendo en cuenta que lleva cierto cuidado para que no tenga ninguna complicación.
VARONCITO
En buenas condiciones. En el hospital fue pesado y tiene 2,800 Kg. Se encuentra a cargo del personal de guardia urgencias pediátricas
ANÁLISIS DE RIGOR
Se aguardan resultados. En horas de la tarde el equipo médico procedió a practicarle los análisis de rigor para determinar el estado del bebé.
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