• POSIBLE AJUSTE NARCO. Una banda de unos 15 hombres irrumpió en la casa de Sergio de Oliveira en Bella Vista Norte y desató una tormenta de balas. Se cree que es un lío de mafias

AMAMBAY. Era alrededor de las 10:00 de la mañana de ayer, cuando una banda de unas 15 personas armadas para la guerra irrumpieron en la casa del brasileño Sergio Orlando de Oliveira (40), en la colonia Sargento Duré, a unos 6 kilómetros de Bella Vista Norte y sin mediar amenaza desataron una lluvia de balas sobre la vivienda. En medio del fuego cruzado, según el informe el hombre logró huir huir junto con su hijo, un joven de nombre Fernando, hacia la parte de atrás de la propiedad.

Al llegar la Policía empezó a buscar a los involucrados, pero en un primer momento no logró encontrar rastros de gente, por lo que se especuló con un secuestro. Sin embargo, al extenderse el rastrillaje, unas cuatro horas después, los agentes dieron con el hijo, quien tenía una herida superficial de bala y luego ya con el cuerpo de Sergio Orlando, con varios de los cerca de 80 tiros que se realizaron, según los informes. El cadáver estaba a unos 80 metros de la propiedad.

El finado contaba con varios antecedentes vinculados al tráfico de drogas y, según algunas hipótesis de la Policía, podría tratarse de un ajuste de cuentas que involucraría al Primer Comando da Capital (PCC).

VARIAS HORAS

Al no encontrar indicios del brasilero, primero se manejó la hipótesis de un secuestro, pero luego de un rastrillaje de varias horas el cuerpo fue hallado.

¿EJECUTADO?

Juan Alonso, jefe de Investigaciones de Amambay, explicó que el cuerpo tenía varios impactos de bala y que todavía no se pudo aclarar si fue alcanzado en la huida o ejecutado.