Mientras algunas personas se quejan por cualquier cosa, el pequeño Jheremías Aguayo (5) batalla día a día en busca de superar vallas con valentía y esmero.
En medio de una práctica de jugadores de fútbol se destaca la figura del pequeñín. Aferrado a unas muletas cumple su sueño: practicar el deporte que tanto le gusta.
El mitã’i, a quien hace unos años le amputaron su pierna derecha por una terrible enfermedad hace los ejercicios de “descuereo” como cualquier otro niño, demostrando a su corta edad las ganas inmensas de superarse y demostrar que cuando uno quiere, puede.
“Agradecer a Dios por la fuerza de vida que le da a mi sobrinito. También al señor Chira Romero que con humildad le deja aprender lo que nos gusta a todos desde niño. Sin dudas es una muestra de vida y ejemplo a seguir”, he’i el tío de Jheremías, Rosalino Amarilla, quien compartió en su Facebook el momento en que “campeón” le daba duro a los entrenamientos.
Por su parte, su mamá Carolina Amarilla dijo que está muy orgulloso de su hijito. “Es un valiente y mi campeón cumple su sueño y estamos contentos”, tiró. Todo lo que ya debió pasar por esa terrible enfermedad que llegó a su vida no es motivo para que “Jhere” se baje los brazos. “Sigue peleando siempre con una sonrisa”.
La historia de la rara enfermedad
Jheremías nació en un parto normal, sin complicaciones. La felicidad acaparaba todo hasta que a los 2 meses se le detectó una enfermedad rara y váira: rabdomiosarcoma embrionario alveolar. Con el correr del tiempo se sometió a un tratamiento por radioterapia y se le realizaron ocho cirugías.
Se le sacó todo el músculo y usaba una férula para caminar. Tuvo un injerto de piel, pero posteriormente se le tuvo que amputar la piernita derecha, porque la enfermedad le agarró todo ahí.
Los doctores dijeron que debía de usar prótesis y fue ahí que apareció un héroe anónimo que leyó la historia
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