Las zonas erógenas o áreas de placer son áreas en el cuerpo que producen excitación sexual o que son sensibles a ella, cuando son tocadas o acariciadas.
Muchas de ellas son comunes en todas las personas, pero cada quien puede tener mayor sensibilidad en unas zonas más que en otras, de acuerdo a las características de su cuerpo, sus preferencias y su historia personal.
Hay muchísima tensión acumulada en el cuero cabelludo, y un buen masaje en la cabeza hará que tu pareja se derrita, mientras se liberan de su estrés.
Morder las orejas suavemente o soplar en y alrededor de ellas puede ser muy placentero, cuidado con introducir la lengua si no se está seguro de que eso le gusta a tu pareja.
Se puede experimentar pasando sensualmente la lengua sobre el labio inferior, morder con suavidad uno de los labios o succionarlo al interior de tu boca, probá con diferentes estilos de besar.
Los besos suaves y arrastrados por el cuello hacen que a casi todas las personas se les aflojen las rodillas. Podes frotarle los hombros y ser creativos durante la intimidad, intentá con unos masajes suaves en la espalda.
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