La Policía china evitó que 500 gatos acaben siendo parte del menú de un restaurante del país, después de ser robados a sus propietarios o capturados en la calle. Según el portal chino “Wwangyi”, las autoridades detuvieron el fin de semana a un hombre de la provincia oriental de Jiangsu que supuestamente planeaba venderlos a establecimientos de otras regiones.
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