Hola, quisiera que me alivies el corazón deshecho por un amor que día a día va matándome en vida. Me animo a contarle mi historia, yo tenía 18 años cuando me enamoré de un hombre de 22 años que jugó conmigo, que me bajó el cielo, la luna y las estrellas, con palabras bonitas me conquistó.

Por inocente o inexperta, yo caí en un momento lleno de obscuridad, me embaracé y me dejó, llevándose consigo todas mis ganas de vivir, todos mis sueños se vinieron abajo. Sobrellevé sola el embarazo, dentro de todo nunca perdí la esperanza de que regresara, nació mi bebé y mi vida dio un giro de 180 grados, me dio alegría, pero se esfumó cuando a los tres meses de que nació su hijo él se casó con otra.

Me sentí impotente al no poder hacer nada y lloré al saber que mi hijo se quedaba sin su padre. Ahora no sé qué hacer, en su momento no hice nada. Pasaron dos años y aún no encuentro respuestas a lo que me pasó. No sé qué hacer, me siento inútil, cobarde…

Ayúdeme qué puedo hacer para que el pasado se borre de mi mente, aconséjeme que la desesperación me mata. Yo doy todo de mí para mi hijo, pero no soy libre de hacer lo que me gusta, por cuidarlo a él dejé el colegio y tuve que renunciar a muchas cosas.

Ni siquiera puedo pensar en rehacer mi vida, nadie le va a tomar en serio a una chica que tiene hijo. Ya no aguanto más, a veces me siento destruida, otras intento de nuevo salir adelante, aunque mis intentos se vienen abajo y recaigo de vuelta.

Son dos cosas que me afligen, qué debo hacer con el tema del papá de mi hijo, me duele pensar que algún día mi hijo me va a preguntar por él y no sabré qué decirle, a él lo sigo teniendo muy presente por ser mi primer amor. Yo no dejé que lo reconociera, y ahora me arrepiento, pero tampoco quiero hacer nada porque tengo miedo de perder a mi hijo, que él busque la forma legal de sacármelo una vez que tenga su apellido. Es difícil para mí tomar una decisión sin luego arrepentirme.

MARY, DE VILLARRICA, 20 AÑOS.

RESPUESTA: Respirá profundo y sacá afuera todas las actitudes y pensamientos malos que te perturban, dedica10 minutos del día a perdonarte por lo que hiciste o dejaste de hacer en el pasado, son cosas que ya no puedes remediar y concentrate en tu presente que puede ser maravilloso si así lo decides hoy. Tenés que asesorarte bien sobre la cuestión legal, dispuesta a iniciar la demanda para exigir el apellido y la prestación alimentaria, son los derechos del niño. Suele ser un proceso largo cuando la otra parte se niega, pero si todo sale bien así también el padre tendrá más que el derecho, la obligación de compartir y darle lo mejor, no le niegues esa oportunidad, por más que se equivocó al dejarte sola. Eres una persona muy valiente, pensá con calma y decidí lo mejor para vos y tu hijo, el motor de la esperanza.

HISTORIAS

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 “TODO POR AMOR”

 “Jugarse al 100%, dejar todo por amor, hacer todo por amor, aguantar todo por amor. En el amor (y en la guerra) todo vale”. Son frases que repetimos siempre, suenan románticas y nos hacen pensar en un sentimiento completo, infinito, para siempre. Pero tené en cuenta que la palabra “todo” significa mucho más de lo que puedes imaginar.

No te dejes llevar por palabras bonitas o por frases que te hacen suspirar. O sea, disfrútalas, pero además de poner en juego tu corazón, emplea también la cabeza para discernir lo que te están pidiendo que lleves a cabo o lo que estás por hacer (o dejar de hacer). Es necesario que descubras por ti mismo dónde está el límite y que lo hagas valer.

Si alguien te pide una prueba de amor (la que fuese) que sientes que está más allá de lo que quieres dar en este momento o que por alguna razón te incomoda o no va con tus creencias, aspiraciones, deseos, pensá sobre lo que te han pedido. La decisión de aceptar o de rechazar lo que te proponen o te sugieren es tuya.

Una cosa es jugarse en ciertos aspectos por ese ser que da color a tu vida o realizar algunos cambios con los que te sientas a gusto y te parezca bien hacerlos, otra muy diferente es no tener ni voz ni voto en las modificaciones que te veas inducido a efectuar. Quien te quiere bien aceptará tu esencia, quién eres, qué precisas para ser feliz, tu individualidad. Quien te quiere bien no intentará cambiarte de raíz, transformarte en la idea de pareja que tiene, separarte de aquello o de aquellos que tanto quieres.

Quien te quiere bien entenderá tus puntos de vista diferentes, las partes de tu personalidad con las que no concuerda, algunas actitudes que quizá le irriten o no les sean fáciles de tratar. Quien te quiere bien no invocará el amor para tratar de manipularte o de apartarte de tu ser interior.

No te conviertas nunca en alguien irreconocible para ti mismo, eres la persona con la que convivirás el resto de tus días y a quien le debes la mayor lealtad y respeto.

Fuente: mejora emocional.com