La tormenta y lo que pareciera una “vista gorda” de los guardiacárceles de uno de los penales de “máxima seguridad” “Padre Juan Antonio” de nuestro país, ubicado en la ciudad de las piedras, Emboscada, permitieron la fuga de quienes fueron catalogados por los investigadores como “peligrosos criminales”.

Tres de los fugados están procesados por robo agravado y violación a la ley de armas, y uno de ellos por el homicidio de un guardiacárcel de Tacumbú, en calidad de autor.

El comisario Alcides Recalde, jefe de la Comisaría 6.ª local, manifestó que el raje ocurrió cerca de las 3:30 de la madrugada, momento en que una intensa tormenta mojaba las piedras.

Los mismos fueron identificados como Jonathan Rodrigues Lima, Mario Monteiro, Valdecir Goncalves y Alan Cristian de Lucena, todos de nacionalidad brasilera. Goncalves había sido trasladado con otros 14 reos al mencionado recinto tras la muerte de un reo en Tacumbú, donde guardaba reclusión.

Lo llamativo es que el penal cuenta con tres vallas de seguridad y de acuerdo a los circuitos cerrados, los fugados ganaron la calle burlando como si nada las mismas tras forzar el candado de la celda número 2 ubicada en el pabellón “E”, debajo del nuevo sector de la cárcel, sin que ninguno de los 18 guardiacárceles se percatara.

Investigado caso de guardiacárcel

Uno de los fugados fue el detenido por el brutal homicidio del que fueron víctimas el guardiacárcel Mario Lezcano Mereles (48) y su hijo Mario Lezcano Villalba (26), en Lambaré. El detenido había sido herido de bala, sobreviviendo gracias a un celular que llevaba en el bolsillo que fue clave para la captura de un exconvicto implicado en el hecho y la vinculación de Jarvis Pavão en el hecho.

Según los datos que se manejan, Lezcano formaba parte de una lista de cinco guardias que debían ser liquidados tras el hallazgo de dinamita en gel en Tacumbú.

RECAPTURADO

Lucena, uno de los fugados fue recapturados en horas de la mañana cuando intentaba salir de la ciudad, en el peaje de la ciudad.

INTENTO PREVIO

Recalde añadió que hace cuestión de un mes ya se había registrado un intento de fuga, frustado a tiempo. En la oportunidad no se encontró la pinza con que cortaron la valla.