- CHURURU. Nilza es como la “mamá guasu” de las chicas del penal, les enseña el arte del corte de pelo y además les deja “chuscas” con peinados
“Esto es un mundo aparte, soy feliz y ellas son como mis hijas”, comenzó diciendo Nilza Esther Franco (53), profesora de peluquería y también peluquera de las internas del Buen Pastor. Ella, con el amor a su profesión que transmite con solo hablar, contó con emoción que cuando estaba por la zona del Bañado le ofrecieron ir al penal de mujeres para ser profesora de peluquería. Sin dudar dos veces aceptó la propuesta y de eso ya han pasado más de 10 años.
“Cuando tenía 15 años empezó mi pasión por la peluquería, muchos me dicen y me preguntan si no tengo miedo por hacer eso (en la cárcel), y la verdad para mí es como mi casa, entro y salgo como si lo fuera y al salir agradezco por todo lo que tengo”, dijo Nilza, emocionada por su labor.
Lunes y miércoles son los días que la “profe Nilza”, como lo llaman sus alumnas, desarrolla sus clases para unas 20 reclusas. El objetivo es que una vez que ellas vuelvan a salir en libertad puedan tener su propia profesión y hasta algún negocio y salir adelante sin la necesidad de volver a cometer algún delito.
“Acá con las chicas paso felicidad y tristeza, ya tuve muchas emociones encontradas y la verdad que amo lo que hago y cada chica es diferente, cada una de ellas tiene su propio brillo”, terminó diciendo la profe Nilza.
“La profe nos quiere a pesar de todo”
Con 21 años, hace más de un año que ingresó al penal del Buen Pastor por robo agravado. Hoy, Ana Cabrera es una de las mejores alumnas que tiene la profe Nilza y la misma se siente muy agradecida con la peluquera por la paciencia que les tiene y el cariño que les da a ella y a todas sus demás compañeras. “La profe nos quiere a pesar de todo, incluso cuando somos rebeldes ella nos habla y nos da consejos”, dijo Ana, una de las 20 alumnas de la peluquería del penal.
20 ALUMNAS
Son las que siempre terminan recibiéndose cada fin de año. Entre ellas también hay presas que ya obtuvieron su libertad.
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