Estoy bien con mi novio, lo quiero pero no lo amo. Hace tres meses que me hago esa pregunta de si vale la pena seguir con él. Desde ese mismo tiempo estoy jodiendo con mi jefe, el tipo de hombre que siempre soñé pero está prohibido porque está casado.

Con mi novio pasó lo que tenía que pasar, yo lo quiero mucho, me da todos mis gustos, pero no me siento reenamorada como por el otro. Es una cosa rara, pero estuve en la cama sin sentir nada, fue más que una sensación de vacío. Llegué a pensar ¿y eso no más pio es el sexo?, lo único extraño fue que mi novio hasta me ofreció casamiento cuando comprobó que es el primero en mi vida.

Pasaron los días, hice cosas que nunca pensé hacer, empecé a salir con el otro. Hoy me siento aprisionada entre los dos hombres que existen en mi vida.

Me acerqué a mi jefe cuando pasó un mal momento, se le enfermó su hijo y parecía que no se llevaba bien con su señora. Él me contaba sus cosas y yo le daba consejos o le animaba, él terminó diciéndome que estaba enamorado de mí, por ser así de comprensiva.

Tengo miedo que mi novio se entere que lo engaño, sé que me mataría, una vez ya luego me amenazó de muerte porque se puso celoso de otro muchacho que me llegó a mandar saludos.

LORENA, DE ITÁ, 18 AÑOS

RESPUESTA: Quiero agradecer que te hayas animado a compartir tu historia. A veces necesitamos un escape emocional a tantos problemas que nos acorralan e impiden ver las soluciones, nunca son mágicas sino provienen de uno mismo. Intentá dejar las relaciones conflictivas, nadie más que vos tenés el poder de decidir.

Si no amas a tu novio, estás forzando una relación que aporta poco a tu vida, si estás con otra persona que sabes no te conviene, la única dañada sos vos. Te lastimás a vos misma cuando te dejás llevar por la corriente sin pensar en las consecuencias, lo interesante sería que te dieras cuenta para empezar a cambiar aquello que te hace mal.

A veces en la búsqueda del amor puedes confundir sentimientos, pero si estás con uno, dos o tres al mismo tiempo es una señal de que no estás segura de lo que quieres. Y si no estás segura, es hora de que te tomes un respiro para analizarlo. Es cierto que cada cosa genera una carga afectiva, pero cuando pasa el tiempo creemos que lo vivimos como lo recordamos.