Cambiar los neumáticos del automóvil hizo que la vida de los integrantes de la familia Santa Cruz dé un giro inesperado. Pero para bien. No quisieron ser como la mayoría de las personas que tiran las llantas viejas –que luego se convierten criaderos del ñati’û asesino– en cualquier patio baldío, y decidieron sacarle provecho.

Fue así que en ellos “brotó” el artista que llevaban dentro, así de la nada, y hoy en día tienen un gran negocio familiar. Y es que cuando el reciclado se conjuga con la creatividad, se obtienen objetos funcionales, decorativos y que son verdaderas obras de arte.

Y eso es lo que logró la citada familia que hace tres años se dedica a producir diferentes productos con las llantas y que sirven para equipar la casa.

“Esto nació cuando junto con mi señora cambiamos los neumáticos de nuestro vehículo y nos preguntamos qué íbamos a hacer con ellas. Fue ahí que mi señora comenzó a pintar y luego comenzamos a darle forma, así comenzó esto”, comentó don Idilio Santa Cruz, quien tuvo que dejar su trabajo de jefe de guardia de una renombrada tienda comercial para dedicarse exclusivamente a “moldear” las ruedas y darle ese toque artístico.

“El enfoque que le quisimos dar es el de combatir el dengue y otros males haciendo arte. Es decir, lo que nosotros íbamos a desechar que no forme parte de esa gran problemática. Y hace tres años que estamos con esto. Ya utilizamos más de 500 cubiertas que iban a hacer criaderos de mosquitos en algún lugar”, agregó.

“Hoy trabajo con dos de mis hijos, mi señora y un sobrinito, hacemos diferentes tipos de diseños para luego venderlos”, dijo.

Productos que no tiene nada que envidiar a otros, he’i

Entre algunas de las cosas que fabrican los Santa Cruz con las cubiertas –y que no tiene nada que envidiarle a cualquier otro producto– están los sillones, mesas, cama para perros, columpio, hamacas, pozos, ere eréa. “Buscamos convencer a la gente que utilizar este tipo de artículo resulta todo positivo, desde el punto de vista ecológico, económico, comodidad, belleza porque no tiene nada que envidiar a algún otro producto” dijo don Idilio. “Fuimos aprendiendo a puro pulmón y de los errores”, agregó. “Yo era jefe de seguridad de una renombrada tienda, pero por los pedidos que tenemos tuve que dejar y optar por algo que realmente me apasiona. El trabajo es duro, pero vale la pena”, tiró.

Gomeros le “donan” sus montañas de cubiertas

SILLONES Y MESAS CHUCHIS. Duran toda la vida por la resistencia que tiene. Muchos piden los sillones y mesas pintados con los colores de su club.

CAMA PARA MASCOTAS. Es uno de los productos que más se compra. Lo podés conseguir desde 80 mil, 100 mil y 130 mil, dependiendo del tamaño.

HAMACAS. Quién iba a pensar que uno podría hamacarse en restos de cubiertas. Los que llevan este producto dicen que es supercómodo.

Don Idilio comentó que reciclan las llantas que encuentran tiradas en cualquier lugar, como así también obtienen de varias gomerías con las cuales hicieron una alianza para estos, tienen una montaña de llantas acumuladas debido a que los recolectores no le pelotean. “Ellos (los gomeros) nos traen a casa y nosotros le damos el uso”, dijo.

Por otra parte, el karai comentó que le gustaría un poco más de conciencia por parte de las autoridades con relación al reciclado de cubiertas. “Se le podría dar un mayor y mejor uso, equipar plazas, ocupar mano de obras en esto, por decirte, enseñar a los limpiavidrios para que ayuden”, comentó.

Datos

Según estudios, un neumático abandonado tarda en degradarse y desaparecer de la naturaleza más de 600 años.