• NOBLE CORAZÓN. Ante las bajas temperaturas que azotaron al país, una joven mujer usó su genialidad para dar ropa a los necesitados, algo que ya será permanente

El fuerte viento hacía mover las ropas que estaban colgadas por un perchero colocado por la reja de la casa de la familia Sanabria. Las personas quienes pasaban por el lugar miraban al mismo con ojos de curiosidad, pero a la vez dudosos de querer acercarse y saber cuál es el objetivo.

Rocío, una joven mujer de profesión maestra parvularia, es la creadora de este “perchero solidario”, nombre que ella misma le puso para que las personas que necesitan lleven lo necesario y así poder tener algo que vestir.

“La primera vez que vi algo así fue en Uruguay, y pensando mucho además de hablar con unas amigas, me decidí a colocar en mi casa después de haberle contado también a mi mamá del tema”, decía Rocío.
Ella, con un gran corazón solidario, y pensando en la necesidad de los demás, siempre lleva presente la frase con la que su madre la inculcó: “Si Dios le da de más a una persona es para que ellos le den a las que necesitan”.

La joven relataba emocionada esta iniciativa, y dijo que en pocos días después de colocar el cartel y el perchero frente a su casa, se le acercó una señora preguntándole qué significaba eso. Ella le comentó que podía llevar lo que necesitaba para su uso y que por la percha explica el objetivo del mismo. A lo que la señora minutos después con voz tímida le responde “es que yo no sé leer”.

“Me quedé sorprendida cuando me dijo eso y le pedí que lleve lo necesario, que es para las personas que necesitan”, terminó diciendo Rocío. Ahora, solo espera que a este gesto de solidaridad haya gente de buen corazón que se acerque a dar su aporte.

Pensó en poner también una “heladera solidaria”

El buen corazón de Rocío es tan grande que incluso llegó a tener la idea de colocar frente a su casa una heladera solidaria ya que en su zona siempre tiene ese tipo de visitas de personas que llegan a su casa buscando algo que comer.

“Pensé en poner la heladera pero es un poco más difícil ya que necesita más trabajo y más cuidado”, decía la joven.

Resaltó que tener la clínica del padre Trento frente a su casa es una de las cosas que también favorece a que las ropas sean llevadas hasta incluso los familiares de los mismos son los que dejan sus donaciones.