Prácticamente en todos los lugares del mundo donde se investigó el nivel de la vitamina D en la población se encontró que hay un déficit brutalmente elevado. Uno de cada 2 personas en América Latina tiene deficiencia de vitamina D, la carencia no tiene sintomatología, sino que va acumulando cansancio, falta de energía, fatiga constante. En el caso de las mujeres atribuyen esta falta de energía a estrés, la regla, pero no siempre aciertan en medir el nivel de la vitamina D.

Contar con buenos niveles de la vitamina D es muy importante a lo largo de toda la vida de la mujer, pues los problemas causados por su déficit no solo van asociados a la edad madura.

El doctor José Luis Neyro, renombrado profesional español, fue el principal disertante del Simposio Internacional sobre “Vitamina D y la Mujer: la nueva hormona más allá del hueso” ofrecido por la Sociedad Paraguaya de Climaterio y Menopausia conjuntamente con la Sociedad Paraguaya de Ginecología y Obstetricia.

La vitamina D está relacionada con el sol, el 80% de vitamina D que fabricamos viene de la energía lumínica de los ultravioletas, del sol, en su acción sobre la piel. Solo un 20% la adquirimos con la dieta, una vez confirmamos que no podemos tomar 7 litros y medio de leche, o 22 huevos al día para tener suficiente vitamina D, debemos tomar sol. Sin embargo, en Paraguay, ni en las Islas Canarias, única zona tropical de España, ni en las zonas más soleadas del mundo, el nivel es el adecuado, por dar un ejemplo el 67% de los ecuatorianos tiene un déficit y ahí no hay estaciones, siempre hay sol.

Recordemos que el doctor Neyro es especialista en Salud Femenina enfocado principalmente en temas que se refieren al climaterio, menopausia, osteoporosis, como también en todo lo que hace a la medicina que ayuda a mejorar la calidad de vida de las mujeres.

Calcio

La vitamina D ayuda al organismo a absorber el calcio, por lo que es fundamental para mantener los huesos fuertes. La falta de vitamina D puede afectar no solo a las mujeres que se acercan a la edad madura, sino también a los niños, adolescentes y, sobre todo, a mujeres embarazadas ya que influye directamente en el crecimiento del niño.