PIRAPÓ. Una camioneta que estaba para la humareda, pero no por el motor, cayó en esta ciudad con nada menos que ¡332 kilos de marihuana! El “vehículo fumanchero” fue en seco abandonado por su chofer, que al ritmo de una música de Bob Marley salió aplicándole la ley del ñembotavy.
Pasa que el fulano había acelerado al pasar al lado de una patrullera caminera, llamó la atención, no tanto por la “acelerada”, sino porque además tenía chapa de ashá, viste. Al ver que lo iban a seguir, abandonó nomás. En total fueron quince paquetes de la yerba maldita.
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