• EN EL MARQUÉS DE SAPUCAI. La abogada tributarista sambó en el carnaval más grande del mundo, como cualquier diosa rapai

PURA PILA. El carnaval de Río de Janeiro bajó su telón el fin de semana último y, una conocida de nuestro medio, la máster en tributación, Nora Ruoti, fue nada menos que protagonista sambando en el emblemático sambódromo Marqués de Sapucai. En entrevista con Crónica, Ruoti comentó su experiencia.

– ¿Qué se siente participar en el carnaval de Río?

– El carnaval de Río es bastante diferente a lo que la gente piensa, no es pornografía, no es solo un carnaval de modelos, sino es un carnaval de familia y un carnaval de fiesta de verdad en donde los brasileños y los turistas disfrutan de la música y el baile durante cuatro días.

– ¿Con qué club sambaste?

– Bueno. Existen 12 clubes que son de ascenso y 12 de descenso, yo soy del club Académicos Do Salgueiro y cada uno tiene su escuela de samba. Las escuelas tienen normalmente entre 3.000 y 3.500 personas que participan y que son distribuidas en diversas alas, y en una de las alas uno puede adquirir los trajes con la condición de participar con mucha alegría en el sambódromo.

– ¿Ese fue el caso de ustedes?

– Sí. El traje ya lo elegimos mi hermana, Silvia y yo, entre noviembre y diciembre cuando apenas salieron las disposiciones, ya que son pocos los lugares. Igual, nosotras también nos preparamos con atuendos que confeccionamos aquí en Paraguay, para lucir un atuendo distinto cada día.

– ¿Qué es para vos lo más resaltante del carnaval de Río?

– Para mí esa experiencia del carnaval, de ver desfilar a gente mayor, con silla de rueda, ver la alegría del pueblo es como un brasileño dice: “Espero todo un año para ir a poder pasar esa mi semana”.

– ¿Hay mucha borrachera como se dice?

– Esta fiesta puede ser sana o puede no ser sana, dependiendo de cada uno, porque la diversidad está. Pero la gran mayoría, te digo que lo hace de manera sana.

– ¿Es mucho tiempo de sambódromo?

– Se tiene 75 minutos para pasar por el sambódromo y este año el traje fue sumamente pesado. Igual, el cansancio no es nada con la alegría que uno vive en el sambódromo.

– ¿Cómo se hace para aguantar tanto tiempo sambando?

– Sencillo es, no tomamos alcohol cuando bailamos. Salimos del hotel a las 7 de la tarde y volvimos a las 8 de la mañana y se aguanta únicamente teniendo estado físico y no mezclando la diversión con la bebida alcohólica. Soy fanática del carnaval de Río y lo tomo muy en serio.