César Portillo es bombero, recibió un pedido de auxilio. Era la mamá de Heidy que sufrió un ACV. Él fue al rescate y desde ahí no se soltaron.

Hace 10 años que César Portillo (32) y Heidy Vera (30) son esposo y esposa. Y aunque la sitú en la que se conocieron no fue tal vez la mejor, siempre quedará en sus memorias. “Lo conocí en una ambulancia”, expresó Heidy al momento de ser consultada. “Él le auxilió a mi mamá y luego nos enamoramos”, siguió.

César Portillo ya después empieza relatando cómo fue ese momento en que sus vidas se cruzaron para nunca más separarse. Él ya era bombero (hasta ahora) y justo estaba de guardia en el cuartel de Villa Elisa.

“Ella se comunicó con mi comandante en ese momento y le pidió ayuda, su mamá tuvo un derrame cerebral. Yo estaba de guardia y fui a buscarlas en la ambulancia. Directamente le trasladamos porque era un caso que debía ser atendido de forma urgente. Pese a que el momento era un poco difícil, tengo que confesar que en mi caso fue amor a primera vista”, reconoció el bombero.

En ese momento no había chance, la sitú no daba para romances ni nada parecido. Pero hubo un segundo y tercer encuentro que fueron claves para que el romance se consolidara. “La segunda ocasión me tocó ir a retirarle del hospital porque la señora salió de alta. Allí, a diferencia de la vez anterior ya me saludó bien. Luego me pidió mi número y allí empezamos a hablar y tocó una tercera vez llevarla al hospital”, siguió.

César reconoció que no fue nada fácil enamorar a Heidy, ya que al parecer tuvo una infancia bastante complicada, lo que le impedía a ella iniciar una relación seria. “Recuerdo que sin ser su novio me fui con ella hasta Hernandarias por siete años, dejé todo lo que tenía acá en Villa Elisa y me fui con la esperanza de conquistarle. Yo perseveré por su amor y acá está el fruto, tenemos tres hermosos hijos”, finalizó.

El día más feliz: cuando dieron el “sí”

El día en que llegaron al altar fue lo más emocionante que vivió la pareja. “El padre que nos casó se emocionó bastante y dijo que nunca en toda su trayectoria como sacerdote vio a una pareja tan feliz en el momento de su casamiento”, dijo César Portillo.

Recordó que cuando Heidy no le daba esperanzas él le había dicho: “Vos vas a ser mi esposa”. Ella se negaba rotundamente y le decía “ni loca” se casaría con él. “Esa vez le dije de vuelta ‘vas a ser mi esposa y en el altar te voy a recordar este momento’. Y así fue, ese mismo día en que nos casamos le dije: ‘Te dije que ibas a ser mi esposa’”, contó el tortolito.

Su pasado no le permitía abrirse al amor

Heidy Vera relató que no fue fácil para ella aceptar el amor que estaba sintiendo por César. “Vi y pasé mucha violencia en mi casa en mi infancia, mi papá era camionero y mi mamá era muy celosa y todo repercutía en mí. Entonces yo no quería saber nada de tener pareja. Pero él con su paciencia, con su amor, logró conquistarme y ahora estamos muy enamorados. Tenemos una relación sana y sin violencia”, contó.

Explicó que ellos se entregaron mucho a Dios y que eso tuvo mucho que ver también para mantener tantos años de matrimonio con muy buena relación. “Empezamos a realizar también visitas a parejas para ayudarles como nos ayudaron a nosotros en el camino de la fe y hasta logramos que otras parejas lleguen al altar”, relató.