Un accidente apagó su vida hace pocos meses, pero las enseñanzas que dejó Franco Manuel Prieto quedarán para siempre. Fue uno de los mejores voluntarios del país.
La tristeza sigue latente por la enorme pérdida de la familia. Tratando de encontrar consuelo, lo que resta es hurgar en los baúles del recuerdo para al menos revivir los momentos llenos de felicidad cuando aún Franco Manuel Prieto Aguiar, más conocido como “Chino”, seguía sonriendo entre todos los integrantes de su familia.
Justamente, revisando y recordando todo lo que “Chino” fue capaz de hacer, su hermano encontró una carta que él había escrito hace al menos 13 años, cuando empezaba a dar sus primeros pasos como integrante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de la ciudad de Ypacaraí.
“Él había hecho la carta cuando surgió la llamada del incendio y mis padres estaban durmiendo la siesta. Él sabía que si pedía permiso iba a entrar en un proceso de explicación y le parecía una pérdida de tiempo. Sabía que le debía respeto a papá y a mamá en informarles a dónde estaba yendo, ahí empezó todo”, cuenta a Crónica Víctor Prieto Aguiar, su hermano.
Este ejemplar voluntario cumplía con todas sus obligaciones y más si existía detrás un juramento en donde puso alma y vida, lo cual demostró cuando a sus inexpertos 18 años se fue a ayudar para apagar un gran incendio forestal. El escrito que dejó a su hermanita antes de partir a su gran misión, hablaba del juramento que hizo ante la sociedad, y que se trataba de salvar la vida.
“No puedo quedarme impotente a mirar cómo se quema el Paraguay”, decía avei esta emocionante carta. Al leerla, Víctor contó que se llenó de orgullo y emoción debido a que en su trayecto por el mundo, su hermano dejó muchas enseñanzas para la sociedad. “Él solo quería ayudar y servir, y lo hizo hasta morir”, expresó Víctor.
Pese a su corta edad ya apagaba incendios ndaje
Víctor aseguró que la admiración que siente hasta hoy día por su hermano es demasiado grande. Destaca que pese a haber contado con solo 18 años, “Chino” ya se preocupaba por problemas sociales muy grandes como es un incendio forestal.
“Mientras nosotros estábamos pensando en Dragon Ball Z, ‘Chino’ ya estaba apagando un incendio forestal. Es importante que nuestros hijos tengan esa visión de que son miembros de una comunidad de la que dependen ellos y que a su vez, depende de ellos. Él la tenía claro eso, por eso se hizo bombero y asumió el compromiso”, expresó Víctor.
Era marino avei y trajo la primera biblioteca callejera
Franco no solo fue bombero, sino que para él realizar diferentes actividades era un placer. “Él era multifacético, además de bombero era marino mercante, era voluntario en Techo, trajo la biblioteca callejera en Ypacaraí. Él era un tipo que leía muchísimo, daba gusto escucharle”, explicó.
Contó que siempre trató de transmitirle a la gente la cultura de la lectura tras lo cual surgió la idea de llevar a su ciudad, con la ayuda de Aníbal Barreto, la primera biblioteca callejera. Tras su partida, quedaron vivencias únicas que todos sus parientes, amigos y compañeros guardan con mucho recelo. “Era muy querido por todos”, finalizó Víctor.
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