ITALIA. Hay mucha gente que no tiene para comer, así que los tanos implementaron un sistema de ayuda con unos canastos solidarios durante la pandemia. Con una cuerda sujetada a un canasto de mimbre bajan y suben alimentos desde los edificios a la calle, los que pueden poner algo, colocan comida y los que no tienen, toman para el sustento en la región de Nápoles.
Mucha gente pobre hay en esta zona, algunos laburan en negro o perdió el laburo con esto del coronavirus también les afectó el bolsillo, pero hay gente que todavía comparte lo que tiene con el que más necesita.
Con esta idea más de uno se lleva su almuerzo acompañado de un “buen provecho” y en agradecimiento algunos opurahei alguna canción.
La idea la tuvo Angelo Picone, el “capitán”, presidente de una asociación de artistas de calle, muy implicado en la vida asociativa napolitana.
Al parecer se inspiró en un médico de la ciudad de principios del siglo XX, Giuseppe Moscati, que fue posteriormente beatificado. Dice la leyenda que él médico, al final de sus consultas, tendía su sombrero, los que tenían dinero pagaban, los que no, ogueraha la platami.
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