Los oficiales Arnaldo Colmán y Nelson Chamorro, de la ciudad de María Auxiliadora, la tienen clara en cuanto al servicio.
Estos dos polis saben que con una pequeña acción se puede llegar a cambiar la vida de muchas personas, y por ello tratan de practicarlos siempre.
Esta vez se colmaron de aplausos y felicitaciones luego de haber demostrado su lado humano a una parte de sociedad que muchas veces está en el olvido.
“Les llevamos a comer en la comisaría, porque muchas veces se pierden en el mal camino. En vez de que se metan porquerías tratamos de ayudarles al menos con la comida”, dijo Colmán, quien salvó de un día en el lado malo a unos cuantos indígenas que pasaban mal por la calles.
Explicó que en su mayoría son menores de edad quienes recorren las calles, y los polis tratan de dar lo mejor de sí para evitar que se vayan hacia el lado de la delincuencia.
“Se sintieron muy felices después de que les ayudamos en esto. Siempre tratamos de cuidarles. Ahora todos ellos ya saben que las puertas de la comisaría están abiertas para ellos”, le bajó el uniformado.
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