Un cruce de miradas daría inicio a lo que hoy todos ven como una indestructible y hermosa relación. Elena Ortíz (53), trabajaba como administradora de una estancia en Caazapá, cuando Antonio Scavone (69) llegó con la intención de comprar animales. Ella en ese momento no sabía que había conocido al amor de su vida, pero él lo tenía más que claro: “Ese primer día él me dijo ‘vos vas a ser mi esposa’”, recordó Elena entre risas a Crónica Digital.

Elena relató que tomó eso como una broma, ya que estaba muy cerrada al amor. “Varios años atrás había quedado viuda, cuando tenía 20 (años), con un hijo y decidí dedicarme solamente a él. Cuando Antonio dijo eso yo solo me reí, pero había sido era en serio, ahí se flechó él y nunca más me dejó ir. Pasaron 18 años para que yo vuelva a encontrar el amor”, siguió.

Ambos tenían ya algo en común, los unía la misma profesión: “Lo primero que nos unía en ese momento era nuestra profesión, porque los dos somos veterinarios y yo estaba trabajando en esa estancia porque además soy especialista de producción animal y administración de estancias”, añadió Elena.

Tres meses después, luego de mucho batallar Antonio logró conquistar el corazón de Elena. Pronto decidieron vivir juntos. De eso ya pasaron quince años, pero recién hace unas semanas decidieron formalizar ese amor dando el “sí quiero”. Se casaron y de esta forma juraron amor eterno en el altar.

“Por una cuestión de papeleo no podíamos casarnos aquí en Paraguay, pero como estamos tan enamorados y para nosotros es tan importante el matrimonio, hace ocho años, justamente un siete de noviembre nos casamos en Italia (su marido es descendiente de Italianos). Hoy, por cosas del destino nos volvimos a casar un siete de noviembre, ya en nuestro país”, relató Elana, quien tiempo antes empezaron con los preparativos para no dejar pasar ni un solo detalle.

Demostró que no es “una más”, he’i

Elena contó que lo suyo es amor verdadero, uno que superó todos los prejuicios y habladurías. “Las personas cercanas a él pensaban y decían que era una más y les demostramos que no soy una más. Hoy somos muy felices, tenemos los mismos gustos, las mismas pasiones. Yo tengo mi estancia, él tiene las suyas y disfrutamos cuando vamos a visitarlas. Él tiene una industria de plástico y vamos juntos siempre. No nos despegamos, desayunamos juntos, nos vamos juntos a la fábrica a trabajar, volvemos juntos. Somos realmente muy felices y esto es amor de verdad”, siguió Elena, a quien se la escuchaba muy feliz y enamorada.

Muchos años la pareja vivió en San Bernardino, pero ya hace tres años están viviendo en Luque.

Tres hijos y seis nietos les alegran la vida

Elena y Antonio no tuvieron hijos juntos, pero Elena tuvo uno y Antonio dos, ya antes de conocerse. En todos estos años la relación entre los cinco siempre fue impecable, ya que siempre pudieron entenderse y respetarse, según relató Elena. La familia se agrandó cuando llegaron las nueras y hoy día ya tienen seis nietos. “Ellos son nuestra vida y los disfrutamos en todo momento”, agregó la enamorada mujer.

Por otro lado omombe’u que una vez al año suelen viajar a Italia junto a familiares que su marido tiene allá, pero esta vez no pudo ser posible por la pandemia. “Estamos preparándonos para el año que viene”, dijo.

«Quiero agradecer a la doctora Mariam Calvo (odontóloga) por cuidar siempre nuestra imagen. También queremos dar inmensas gracias a las demás personas que hicieron posible que nuestra velada sea hermosa», finalizó.