Terminada la homilía, la gente se apresuró para la vuelta a casa. Todo se volvió caótico para muchos, pero para algunos, casi se convirtió en una catástrofe. “Gracias a Dios y a la Virgencita no pasó a mayores, fue milagro que no haya sido una tragedia. Si tumbaba no nos íbamos a salvar. Para mí fue un regalo de la Virgencita, el milagro por su día”, comentó don Eulalio Aponte (49) aún algo shockeado a causa del accidentazo.

Todo comenzó cuando un colectivo de la empresa 20 de Julio, interno de Limpio, entre el kilómetro 48 y 45,5 de la ruta 2 “Mariscal Estigarribia”, en zona de Pedrozo, Ypacaraí, se llevó por delante a tres personas y dos colectivos cerca de las 10 de la mañana, dejando alrededor de 20 heridos, algunos graves.

Eulalio comentó que desde antes de llegar a descender el cerro ya estaba teniendo problemas y que incluso en Caacupé se había llevado por delante una baranda policial. “El policía le grito que estaba loco”, dijo. Agregó el guarda al notar que algo no andaba bien “desapareció” antes que pase cualquier cosa.

POR LA VENTANA

Don Eulalio comentó que los pasajeros tuvieron que salir entre los vidrios rotos de las ventanillas que no eran inastillables para escapar del micro. “Tuvimos que romper lo que quedaba de las ventanas para salir. Estábamos desesperados”, dijo. El hombre viajaba con su mujer y dos hijos camino a Areguá, tras cumplir con la Madre Santa.

 “DIJO QUE ANDABA”

Don Sergio Zarza, herido en la pierna y con algunos que otros golpes, comentó al igual que otras personas que el chofer recibió advertencia por parte de los pasajeros, pero que el mismo dijo que podía seguir porque “andaba todavía”. Agregó que había muchísimos colectivos, pero todos eran chatarra e iban repletos. “Pasó todo demasiado rápido”, dijo el arriero que viajaba con su doña y dos retoños.

ANTES YA LE HABÍA CHOCADO

Soledad Vera viajó desde Clorinda con unos seis familiares para visitar todos los años a la Madre de los milagros. Todos tenían planeado llegar alrededor del mediodía a la Terminal de Asunción para emprender el camino de regreso a casa. Sin embargo, tuvieron la desatinada suerte de abordar el colectivo de la línea 16-2, que fue llevado tres veces por delante, según relató; dos por el 20 de Julio.

“Primero nos chocó uno. Después, más adelante, nos chocó el que había chocado, que perdió los frenos, cuando íbamos a subirnos Y al último, nos volvió a chocar”, contó la doña. “No nos apurábamos, pero no esperábamos esto”, aseguró.

“EN UN SEGUNDO”

Liz Martínez se encontraba acompañada de su hermana Lucero, sus padres y su abuela, como todos los años caminó a la Villa Serrana. Sin embargo, no imaginó que este año sería una trampa mortal.

“Miré hacia el cerro y vi que el colectivo venía desenfrenadamente hacia nosotros y le grité a Lucero para que salga de enfrente, pero el micro en un segundo ya le impactó y le hizo volar”, contó Liz, asegurando que no había nada que pudiera detener a la descontrolada chatarra.

“No tenía frenos, bocina y encima me contaron que cobraba 10 mil el pasaje”, manifestó indignada la mujer. Nunca vivió algo así.

 “YA ME CHOCÓ ANTES”

Carlos González, chofer del micro de la línea 16-2, empresa “La Unión”, he’i que ya en la ciudad de Caacupé el interno de Limpio le pegó de costado, tirándolo contra la vereda. “Me llevó contra uno de esos hierros que pone la Policía para que no pase la gente. Después vino detrás mío y ya me chocó antes. Y del cerro ya se tiró nomás y agarró cuatro camiones más” le bajó.

El colectivo de la empresa 20 de Julio, guiado por Félix Centurión González, es un interno de la ciudad de Limpio. Como varios micros internos de ciudades del Gran Asunción, no reúnen las mínimas condiciones de seguridad, sin que ninguna autoridad haga nada al respecto, exponiendo al pueblo a lo peor.

Por su parte, el chofer del micro de la línea 16-2 dijo que sí tenía frenos, pero que el golpe fue tan grande que por eso se fue encima del micro de Piribebuy.

PASAJEROS

Lo que más indignación causó fue la vergonzosa cantidad de pasajeros que llevaban las “chatarras” con dirección a Asunción. La frase “viajar como ganado” quedó bastante corta en esta situación. De acuerdo al informe policial elaborado por agentes de la 35.ª Central, el bus que provocó el accidente llevaba al menos 50 pasajeros, mientras el 16-2 que se caía a pedazos, unas 80 personas, y el de la empresa Piribebuy, 50, totalizando 180 pasajeros en tres colectivos chatarra.

MUJER, DELICADA EN ITAUGUÁ

Juan Manuel Genes y Alicia Sanabria -acompañados de dos pequeñitos-, detuvieron la marcha de su vehículo en el kilómetro 46. Alicia descendió para buscar un poco de agua, tras el largo peregrinar en ruta y la vuelta hasta el rodado para regresar a casa.

La joven, de 29 años, se dispuso finalmente a subir al vehículo, pero el micro de la empresa 20 de Julio pasó como un rayo y se la llevó por delante, para kilómetros más adelante impactar contra los otros micros.

Desesperado, y pensando lo peor, Manuel bajó de su auto y vio a su mujer tirada en la banquina. Al toque, llegaron bomberos voluntarios de Ypacaraí y agentes de la Comisaría 35.ª jurisdiccional para auxiliar a los heridos. Alicia fue la que se llevó la peor parte, con una contusión en ambos pulmones. Ingresó directamente a reanimación y se encuentra bajo estado reservado en Terapia Intensiva en Itauguá.

PERSONAS AUXILIADAS

Todos los heridos en la pendiente con el registro más grande de accidentes en el Paraguay, fueron trasladados hasta distintos centros asistenciales. El Dr. Hernán Martínez confirmó que en el sitio se atendió a 21 de los 32 heridos. Los demás fueron trasladados hasta el Hospital Regional de Caacupé y Emergencias Médicas.

Martínez comentó que si bien fueron muchos los heridos, en este tipo de accidente es lo menos que suelen recibir y que afortunadamente no hubo víctimas fatales, que pudo haber por doquier.

¿PODÍAN CIRCULAR?

Luis Christ Jacobs, capeto de la Caminera, adelantó que investigarán si las “chatarras” protagonistas del triple choque cuentan con Inspección Técnica Vehicular para circular. Las tres unidades se encontraban completamente en desuso. Incluso, una de ellas, la línea 31, pertenece a la flota que ya no debía circular, pero salen a la ruta a “pescar” peregrinos como si nada, en esta fecha.

PESADILLA

Minutos de terror fueron los que vivieron pasajeros de un colectivo de la línea 3 -interno de San Lorenzo-, mientras se dirigían a Caacupé. El micro trasladaba gran cantidad de personas que buscaban el encuentro con la Madre de los milagros. El hecho ocurrió en la madrugada de ayer en la compañía Guazuvirá de Itauguá.

El colectivo al mando de Diosnel Sanabria llevaba al menos 70 pasajeros, cuando al ingresar a uno de los caminos alternativos una camioneta Nissan Terrano chapa BAV 583 les cerró el paso. En cuestión de segundos cuatro delincuentes que descendieron del rodado subieron al colectivo.

Uno de ellos desenfundó una pistola y realizó disparos al aire. Diosnel, sudando de terror, cerró la puerta. Sin embargo, ante la inminente amenaza de recibir un balazo, no le quedó de otra que abrirla. Los maleantes le obligaron a entregar toda la recaudación, mientras los pasajeros empezaron a, literalmente, huir saltando por ventanas y salidas de emergencia.

VIOLENTOS

Una doña que se encontraba cerquita del chofer, muy asustada, intentó calmar al delincuente que agredía verbal y físicamente al conductor. El malandro lejos de tener consideración, cobardemente atacó a la mujer a golpes. Con un palo en la mano, los ladrones bajaron del bus y abordaron nuevamente el automóvil para desaparecer en la espesa oscuridad.

LE EXPLOTÓ MUNA GARRAFA

Una mujer de 58 años llegó hasta el Hospital Regional de Caacupé tras la explosión de una garrafa en el Club Teniente Fariña de Caacupé, ubicado en el centro mismo de la capital de la fe, y a tan solo cuatro cuadras de la Basílica.

Según trascendió, la mujer, cuya identidad no fue dada a conocer, se encontraba con su hijo, -quien resultó ileso- cuando se produjo el incidente. Afortunadamente la misma solo recibió heridas de primer grado, según informó el Dr. Raúl Latorre. Los motivos de la explosión hasta el momento se desconocen.

Foto 6. Captura del video en el momento en que la criatura sube a la valijera del auto.

¿Viajaban en valijera de auto?

Un video que dejó indignado a más de un internauta se hizo tocorré ayer en las redes sociales. En la grabación se puede observar cómo un hombre, luego de hacer algunas que otras cosas en un supermercado, alza a un niño en la baulera de su coche, donde supuestamente habían otras dos criaturas y luego cierra la valijera y continúa el viaje como si nada, según publicaciones hechas en diferentes páginas digitales.

El hecho habría ocurrido en la zona de Campo 9, donde unas personas vichearon el hecho y comenzaron a filmar con un celular. Según datos que se hicieron saber, los ocupantes se quedaron en un súper local por un rato para luego continuar su viaje con dirección a Asunción, y posiblemente iban a Caacupé.

Por su parte, el jefe de la Patrulla Caminera, don Silvio Ruiz Díaz, fue consultado sobre el tema y dijo no tener conocimiento del mismo. “No manejo nada sobre el tema de los niños en la baulera del auto, es un tema de la Policía Nacional, pero está mal”, dijo.