Don Crescencio Garay y Óscar Bondón, unas de las tantas víctimas de la furia de la madre naturaleza, viven en medio de la inundación en el Bañado Sur de Asunción. Ellos son solo una muestra de las penurias que a diario deben pasar los “bañadenses”, los más castigados de esta zona del país tras cada lluvia e inundación.

Don Óscar comentó que hace 15 días convive con el agua dentro de su vivienda. “No contamos con familiares que puedan asistirnos, somos ya dos viejos y no podemos tomar nuestras cosas e ir así nomas”, he’i resignado. Don Crescencio se encontraba en la vivienda, sentado en un sofá con la mitad de la pierna metida en el agua. Comentó que estaba enfermo y con los pies hinchados.

Este año, con la llegada de “El Niño”, la situación se está agravando. Todo apunta a que esta Navidad, así como ya pasó en ocasiones anteriores, serán miles las familias que tendrán que pasarla lejos de sus hogares inundados.

Se habla que en esta oportunidad, unas 10 mil personas ya fueron asistidas y trasladadas a otros sectores del Gran Asunción y la Capital. Pero el agua no para de caer. Las lluvias que se vienen dando desde el viernes 4 de diciembre, a más de la que nuevamente castigó ayer a gran parte del país, hacen que las aguas sigan subiendo.

Abigail Vázquez, de la organización “Desde abajo” de la Mesa Coordinadora de Emergencia del Bañado, manifestó que si bien hace alrededor de 50 años la zona se pobló, nunca se dio una respuesta de fondo al problema.

“La solución no es quitarnos a todos de acá y llevarnos a Itauguá u otra parte. La solución es que el Estado construya una ‘defensa costera’ -muro de contención- que ataje el agua cada vez que sucedan este tipo de fenómenos naturales”, expresó Abigail.

PAÍS EN ZOZOBRA

Ayer, nuevamente cayó una gran cantidad de agua en diferentes partes del país, que a más de intensificar las ya difíciles situaciones por la que pasan muchos como consecuencia de las inundaciones, también causaron destrozos de todo tipo por las granizadas y los fuertes vientos.

En conversación con la 970 AM, el gobernador de Misiones, Derlis Maidana, informó que el temporal causó numerosos destrozos en la zona.

Explicó que los efectos de la tormenta se sintieron con mayor fuerza en la ciudad de San Ignacio y Ayolas, dónde cayeron árboles y algunas viviendas resultaron dañadas. En esta última ciudad debieron nuevamente evacuar a más familias, llegando ya a 800 en total. De hecho, hasta el cementerio se vio inundado. Villa Florida fue otra de las ciudades afectadas.