El río Paraguay de a poco va subiendo y cada vez va causando desastres, principalmente hacia la zona de los bañados que, ahora mismo, el nivel del agua se encuentra sobrepasando los 7 metros.
Muchas personas de la zona no quieren abandonar sus casas a pesar de que las aguas del río van ganando terreno y de a poco hace que algunos abandonen sus hogares. Ante esta situación, las diferentes familias se sienten impotentes y se preparan para pasar una Navidad y Año Nuevo bajo agua, porque se rehusan a abandonar por completo sus casas.
María Gavilán, dueña de una panadería que se encuentra inundada, contó que a pesar de la crecida trata de seguir trabajando y en una canoa saca todos los días sus panes y los reparte, ya que debe cumplir con sus pedidos. Por otro lado, José Ortiz, quien trabaja como caonero ayudando a las personas a poder sacar sus cosas de la casa contó que luego de 17 años su zona se volvió a inundar, pero que no abandonará su casa hasta que el río baje por completo.
Venancio Cáceres, quien de a poco va abandonando su casa, contó que a sus gallinas, patos y chanchos, los tiene “guardados” con él, pero que no sabe qué hará, ya que no tiene suficiente lugar para llevarlos.
“Capaz vamos a matar una gallina para las fiestas”, expresó don Venancio.
Muchas familias son las afectadas con esta crecida, que en su mayoría, se encuentran viviendo sobre la avenida 21 Proyectada y alrededores.
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