MÉXICO. Un científico mexicano obtuvo de la orina la alternativa de producir biogás y electricidad sin depredar bosques, arrebatar territorios a pueblos nativos, ni invertir grandes cantidades en la construcción de gasoductos.
Gabriel Luna Sandoval, científico de la Universidad Estatal de Sonora (UES), trabaja en un sistema que ya produjo los primeros resultados y que ha llamado la atención del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
El investigador explica que la orina está compuesta principalmente por agua, sales y aproximadamente 2% de urea –un compuesto químico incoloro e inodoro–, la cual tiene cuatro moléculas extras de hidrógeno, útiles para la elaboración de biocombustibles.
De la orina se obtiene una molécula de la urea y una más de agua, de la que se desprenden dos moléculas de oxígeno y seis de hidrógeno, las que sirven como combustible.
La energía que produce el hidrógeno es aprovechada a través de un generador con un motor de combustión interna que utiliza el gas como combustible.
El tanque se puede llenar con la orina diaria de la mañana de dos adultos, lo que sería suficiente para satisfacer la necesidad de gas durante casi una semana en un hogar de cuatro personas.
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