• NO HABÍA LUZ. Se descarta que sea un cortocircuito el que armó todo el guarara y sospechan de un arriero con el que la mujer había discutido minutos antes

Los sueños de una mejor vida con la plena ilusión de contar con una casa propia para dejar atrás años de vivir entre terciadas estaban a punto de hacerse realidad, pero el fuego convirtió en cenizas todas sus esperanzas, y hasta su propia vida junto a la de su hija.

La oscuridad de la noche fue interrumpida por el rojo vivo de las llamas que consumieron todo lo que encontraron a su paso, dando rienda suelta a la maldita muerte en el barrio San Pedro de la Chacarita, muy cerca de Pelopincho.

Talía Torres (19), madre soltera que día a día se ganaba la vida limpiando los vidrios de los autos sobre la avenida Artigas, juntando moneditas para poder comprar el alimento diario para su pequeña hija Génesis Torres (3), estaba a tan solo dos meses de pasar a vivir en el barrio San Francisco, donde fue adjudicada con una casa propia.

No veía la hora de dejar atrás la precaria habitación en la que vivían, donde solo tenían una cama, un roperito y un ventilador de pie que intentaba aplacar el calor que acumulaban las chapas y maderas durante el día. La pequeña piecita no contaba con puerta, solo una fina tela que intentaba proteger el sueño de ambas.

El fuerte ruido de los gritos de los vecinos al percatarse de lo que estaba sucediendo, movilizó a toda la cuadra que intentaron en vano sofocar con baldes cargados de agua que iban de mano en mano hasta llegar al incontrolable incendio que se desataba en esos momentos.

Cuando un silencio rotundo invadió el sitio, la terrible escena de la tragedia quedó al desnudo: en la cama, madre e hija murieron abrazadas.

Familiares no creen que se trató de un accidente

Lorenza Torres es tía de las fallecidas y dijo a Crónica que el caso les llamaba mucho la atención por la manera en la que sucedió el siniestro.

“Ella cerca de las 2:30 de la mañana estaba sentada en el patio tomando tereré, porque a esa hora estábamos sin energía

y hacía mucho calor. No sabemos en qué momento salió de la casa porque un vecino la vio a unas cinco cuadras. Se estaba discutiendo con un tal Hugo, quien la solía frecuentar a veces. No sabemos dónde vive ni tampoco otros datos de esa persona, solo que hace unos meses salió de la cárcel de Emboscada” he’i.

Agregó que “venían caminando y discutiendo. Minutos después ocurrió la desgracia, y al tipo no se le encuentra hasta ahora. Como te digo, no había luz, así que no fue cortocircuito. Tampoco había nada encendido”.

ERA LA MAYOR

Tenía 8 hermanos. Talía provenía de una familia numerosa, donde era la mayor de 9 hermanos. Fue madre a muy temprana edad. Luego que su concu la abandonó, ella salía a trabajar.

IBA A TENER CASA

En marzo se mudaban. Fue una de las beneficiadas para tener su casa propia en el barrio San Francisco. Se debía mudar con su hija en el mes de marzo.