• EMOCIÓN. Con su show cómico acompaña a los chiquitos en sus momentos difíciles y tiene miles de anécdotas

Hace unos seis años ya que el ventrílocuo José Escudero (57) recorre los hospitales con el pequeño Toti, su muñeco, y sus compañeros payasos para darles alegría a los hospitales, donde están internados los más chiquititos con diversos tipos de enfermedades.

Toti se convierte en una de las mejores terapias de risa para los niños con cáncer u otro tipo de problema. José contó a Crónica algunas anécdotas que recogió en estos años, pero entre todas ellas una fue la que más le llegó: “Me acuerdo del niño Enzo, él tenía cáncer y cuatro años en ese entonces, y cuando conoció a Toti se ligó enseguida a él, lo abrasaba, lo tenía todo el día ahí con él”, empezó relatando.

“Un día estábamos en el pasillo y se sentían unos gritos muy fuertes, entonces yo me acerqué y vi que era él, estaba muy mal y no quería hacerse la quimio. No tuve mejor idea que Toti intervenga y cuando le empezó a hablar se calmó y le dijo Toti: ‘que te parece si vamos a hacer juntos la quimio’. Ahí Enzo aceptó, la enfermera puso dos lugares, se acostó Toti y se sometió a la quimio al lado de Enzo”, recordó.

Toti visita los hospitales donde hay pacientitos y ayuda a que la sitú de los enfermitos se vea menos difícil. El grupo de voluntarios al que pertenece Escudero se llama “Medicómicos”, pero está a la par con otro conjunto de payasos con quienes trabaja para cumples infantiles.

Viajó por su misión

José Escudero viajó en el 92 desde Argentina, su país natal, hasta nuestro país como misionero, con el objetivo de hacerles reír a los chiquitos.

Enzo sigue creyendo

Toti (el muñeco) habla siempre por teléfono con Enzo, quien todavía en su imaginación piensa que él realmente existe y que es su amigo.

Le diagnosticaron leucemia, pero la Rosa Mística lo sanó

Andrés Ávalos (24) sufría de leucemia durante cinco años. Fue a los 15 años, cuando le dieron el peor diagnóstico de su vida. Todo era muy nuevo para él y tenía miedo de no poder superarlo. En una ocasión, cuando estaba internado grave, un grupo de católicos fueron a rezarle en el hospital con la imagen de la Rosa Mística.

En un momento dado, la Virgen empezó a derramar agua sobre su cuerpo. Andrés asegura que hubo un milagro en su vida y que en ese momento él se sanó. “Fue un milagro, de eso estoy seguro, porque desde ahí recuperé mi vida. También tuvieron mucho que ver los doctores y que yo hice bien mi tratamiento al pie de la letra”, contó.

Hoy, Andrés está estudiando licenciatura en Enfermería y tiene un hijo de un año 11 meses. También una esposa que siempre lo acompaña. Como se recordaba ayer el Día Mundial del Cáncer Infantil, el Hospital de Clínicas de San Lo llevó a cabo un acto, donde Andrés fue a dar testimonio.

Pequeños hicieron sus carteles

En el Hospital de Clínicas se llevó a cabo el Día Mundial del Cáncer Infantil, donde estuvieron todos los pequeños que están en tratamiento por algún tipo de cáncer. La mayoría de ellos con leucemia. Los pequeños portaban carteles con mensajes alusivos a la enfermedad.

“El hecho de que un niño o niña tenga cáncer no quiere decir que muera de esa enfermedad”, “El cáncer no es una enfermedad infecciosa ni mucho menos contagiosa”, estos dos mensajes son algunos de los que colgaban los peques.

Una de las mamás, Irene Cáceres (44), contó que su pequeña Inmaculada Escobar (9) sufre de leucemia hace 4 años, pero que poco a poco está librando la batalla.