MERCADO 4. La temperatura en el paseo de los yuyos iba subiendo lentamente a la par que las candidatas a Miss Tereré desfilaban y bailaban al son de la kachaka piru para poder ganarse al público, quienes iban a decidir con el famoso aplausómetro para la primera reina de la bebida preferida de todo paraguayito.
Blusa azul, pantalón ajustado, zapato taco alto, un recogido que dejaba a las canas como un adorno, el maquillaje más que sencillo y una simpatía contagiante, fue suficiente para que la itaugüeña, ña Cecilia Ojeda (47), se llevara la corona de Miss Tereré, trabajo que lo viene haciendo desde hace varios años y gracias a ello sacó adelante a tu familia.
“Me siento feliz por el premio que conseguí, un día antes ya me fui a la peluquería y a eso de las 02:45, como es costumbre para mí, ya me empecé a preparar para el certamen en donde salí triunfadora”, decía la reina con voz de orgullo por su nuevo logro.
La doñita, quien no deja de regalar sonrisa a sus admiradores que le decían a cada rato que estaba de “la gran siete”, resaltó que es madre de tres hijos quienes estuvieron presentes y le dieron su voto de aplauso para que sea la ganadora.
“Todos mis hijos vinieron, ellos se sienten orgullosos de mi premio y también de mi trabajo ya que gracias a eso todos salimos adelante”, terminó diciendo Cecilia, quien sostenía su ramo de flores rodeada de sus compañeros de la zona Pettirossi.
Vendedora de sapo y yuyos fue la 2.ª Princesa
Cómo olvidar a la yuyera que se hizo muy popular a inicios de febrero del año pasado cuando empezó a vender los kururu antimosquito. Ña Carmen Amarilla, sin dejar de lado su amor por los yuyos, se presentó al certamen de Miss Tereré, quien brilló con su presencia re-chururú y llevarse de paso los piropos de los arrieros que fueron a ver a las candidatas.
La kuñakarai se llevó el puesto de 2.ª Princesa, pero aseguró que para el año que viene se va a preparar con anticipación para poder conseguir la corona real.
“El año que viene voy a traer más gente y me voy a preparar. Mientras les espero a la gente para que venga a llevar para su yuyo en el paseo, porque hay que trabajar”, terminó diciendo la doña.
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