• PROFESIONAL. Nació sin poder oír pero desde niño fue muy aplicado en los estudios, gracias a una beca egresó como ingeniero en Informática

Pedro López tiene 28 años. Cuando nació fue una bendición para su mamá, Lidia Esquivel. Era un bebé encantador que crecía saludablemente. Pero al pasar un año, la madre se dio cuenta de algo: el pequeño tenía problemas de audición. Pero el hecho de no escuchar no se convirtió nunca en una barrera insalvable en su vida. Desde los dos añitos empezó sus tratamientos con fonoaudiólogos que le ayudaron a sobrellevar su día a día. Fue un gran paso para él, ya que luego se lanzó a hacer sus estudios primarios y secundarios.

“Siempre fue un niño muy inteligente, muy capaz y siempre le ayudé en todo lo que podía” contó doña Lidia, quien luchó prácticamente sola a su lado, ya que cuando Pedro tenía 8 años su papá se fue del hogar. Sus ganas de estudiar siempre fueron muchas y se superpusieron a cualquier obstáculo, incluso ante las duras dificultades económicas que pasaron con mamá. Él recuerda que con llantos le pedía a su madre que quería seguir estudiando; sin embargo, apenas alcanzaban los fondos.

“Muy triste quedó cuando le dije que no podíamos pagar sus estudios. Después de eso mi patrón me dio una ayuda junto con un ingeniero que me ayudó a conseguir una beca completa de la Itaipú y así pudo terminar sus estudios”, he’i la orgullosa madre. Hoy Pedro es un flamante ingeniero en Informática y trabaja en el Departamento de Transmisión de División Multiplex de la Copaco.