Tanto chicas como varones (60% son mujeres) asisten al curso de Defensa Personal Urbana que se imparte de forma gratuita en la Secretaría Nacional de Deportes. Personas que andan en micro o que deben caminar cuadras por altas horas de la noche y aquellas mujeres que sufrieron violencia doméstica y son aún perseguidas por sus exparejas van a la clase para aprender a “noquear” al delincuente o agresor.
El maestro Francisco Rodríguez Castro comentó al diario Crónica que muchos de sus alumnos ya llevaron a la práctica lo que les enseñó, reduciendo a asaltantes o agresores.
“Un caso es el de un grupo de colegiantes que eran alumnos míos. Ellos estaban viajando en el colectivo y dos tipos se suben y le roban la cartera a una de las chicas y ahí se le fueron toditos encima, los redujeron, le sacaron todo lo que tenían y le dejaron en la comisaría”, contó.
Dijo que otro caso bastante anecdótico fue lo que le pasó a una alumna suya. “Es una alumna que tenemos desde el comienzo. Ella se iba a casar, pero hace un buen tiempo ya estaba practicando. Al tercer día su marido le metió un trompazo y luego quiso curar sus heridas. Cuando eso pasó ella le agarra, le trenza la pierna y le masacra. El tipo salió rajando”, siguió entre risas el profe.
Explicó que en el curso no solo enseñan cómo defenderse físicamente, sino también en ser observadores al estar en una sitú o lugar que da para ser atacado. Cómo reaccionar cuando una persona se acerca mucho, analizar a los posibles agresores y qué actitudes corporales tomar frente a ellos para no parecer una presa débil.
Lunes-viernes y domingo
El curso se da de lunes a viernes de 19:00 a 21:30 y domingo de 09:00 a 12:00 en la Secretaría Nacional de Deportes.
Inicios
El curso inició ya en el 2013 con la intención de enseñar a la gente a defenderse en la calle, lo que es diferente al combate.
Wilfrido redujo a un delincuente y a un golpeador de mujeres
Wilfrido Morales (30) se inició con el proyecto y la práctica ya le sirvió para reducir a delincuentes y agresores. “En el colectivo veo a un señor con una mochila muy grande, con eso disimulaba el brazo y le metía la cartera a una señora, al ver eso le hago una seña a un militar que es practicante también que estaba en otro asiento. Entonces nos acercamos y cuando nos ve trató de correr, nos tiramos encima y le pudimos detener con una patada en la rodilla y cayó al piso”, contó.
Comentó que en otro caso reduce con sus compañeros de práctica a un tipo que estaba garroteándole a su lapa en pleno colectivo. “Le reducimos también y le llevamos a la comisaría”, dijo.
Malandros no la ven como presa fácil he’i
Por su parte, Eliana Candia (20) comentó que ahora se siente muy segura al caminar por la calle y que desde que practica nunca fue atacada por los delincuentes, debido a que actúa conforme a la enseñanza. “Ellos saben quién es presa fácil. Acá te enseñan técnicas de comportamiento y entonces ellos ahí se dan cuenta que no sos presa fácil”, dijo. Explicó que ya varias compañeras también le dieron su merecido a malevos que quisieron sobrepasarse, quienes al final salieron corriendo.
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