Como en una película de terror Julia fue separada de su hija luego de dar a luz en una clínica clandestina de Córdoba, Argentina. La partera que la atendió le dijo que su beba había muerto al nacer, pero en realidad la vendió a otra familia. Ahora, 41 años después, esa madre y esa hija se juntaron por primera vez.
A Julia (que prefiere no revelar su apellido) nunca le cerró la versión de la partera. Intuía que su hija estaba viva, pero nunca se dio por vencida: “Te amo, hija, no voy a parar de buscarte”.
La pista de su hija tardó varios años en llegar. Primero obtuvo un dato tibio: podía estar en Buenos Aires. Luego, y gracias a la intervención de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y al Archivo Provincial de la Memoria, Julia tuvo acceso a la partida de nacimiento, supo que se llamaba Claudia.
La prueba de ADN las confirmó luego como madre e hija. Allí pudieron darse el emotivo abrazo que les habían negado durante tantos años. Julia también vio por primera vez a sus nietos.
“Claudia planea venirse con su familia a Córdoba, para estar más cerca de su madre (64), que siempre la buscó”.
Varios casos
Hermanas y Madres del Alma fue creada en 2014 por personas que siguen buscando su identidad biológica. Calculan que en la clínica de Journade habrían nacido 17 mil niños.
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