• SANADOS. Doña María es una fiel devota de la pequeña angelita, ya que le atribuye milagros por haber sanado del cáncer y salvado la vida de su papá

CAPIATÁ. El sol radiante estaba como testigo de las palabras de fe que transmitía María Vera (47), quien desde hace 6 años reparte en su casa, ubicada en el barrio Yataity, agua bendita traída de un oratorio llamado “Ángel Antonia”, que se encuentra en Itakyry, ciudad de Hernandarías.

Ña María, quien es devota de la nena ángel, contó que conoció sus dones cuando su padre estuvo muy enfermo y ningún doctor le daba una chance para seguir vivo. Ella recorría todos los lugares médicos buscando una respuesta diferente, pero siempre era la misma, hasta que un día conoció el oratorio de la niña María Antonia, a quien empezó a rezarle y, milagrosamente, su padre sanó. De este hecho ya pasaron más de 15 años.

“Ella me sanó también del cáncer, es muy milagrosa, muchos milagros ya hizo y solo le cumple a los que tienen fe en ella. Ella es muy cumplidora”, decía la kuñakarai. Contó que cada sábado recibe la visita de sus promeseros y de un litro de agua reparte a algunas personas que son elegidas por la milagrosa.

“Todos los sábados vienen sus devotos y de un litro de agua reparto todos los sábados a 7 personas para que lleven a su casa y si tiene fe con eso nomás ya se curan muchos”, he’i. Resaltó, que cada 19 de julio va hasta su oratorio, ya que esa es la fecha de recordación de su fallecimiento, lugar donde van centenares de feligreses a darle las gracias por las bendiciones recibidas.

Con un poco del agua echó un bicho de adentro

Con tantas historias por contar, doña María recordó una de las miles, cuando una promesera se acercó con un dolor tremendo del estómago y ella, tiendo tan solo 3 años con el oratorio de la milagrosa en su casa, le dio de tomar el agua y minutos después la kuñakarai echó un feroz yso por su boca.

“Una señora tomó esta agua porque tenía mal de estómago y al tomar echo un gusano enorme. Yo y todo me asuste”, he’i doña María. “Luego me fui a tirar en un ‘tape kurusu’ (camino en forma de cruz), tradición que muchos llevan en cuenta para terminar con lo malo”, agregó.

Para conseguir trabajo son los pedidos más comunes que hacen las personas a la “Ángel Antonia”, una niña que se convirtió en santa para muchas personas de Capiatá y también de su valle, Itakyry.

Hay un ykua en el lugar donde murió

Según cuenta doña María, la pequeña María Antonia falleció cuando tenía tan solo 10 años y en el lugar donde se le había enterrado empezó una naciente de agua, y es de ahí de donde nace el agua bendita.

“De esto hace más de 50 años por ahí. Ahora su oratorio está en la casa de su hermano, lugar donde está su cuerpo en un ataúd de vidrio”, dijo la devota.