• FRASE. “Ya estamos acostumbrados a los espíritus que rondan por acá”, dijo uno de los tacheros

El tramo conocido como ramal Areguá-Capiatá es, para muchos, un lugar misterioso y que envuelve muchas historias que van más allá de los parámetros considerados normales. Muchos lugareños comentan que en el sitio ya ocurrieron muchos accidentes y que las almas de las personas que fallecieron no descansan del todo. Y los taxistas de la zona están más que seguro de eso.

Don Avelino Fernández, quien labura en la parada ubicada en el desvío Kokue Guasu, lo primero que hace al llegar a su lugar de trabajo es la señal de la cruz y rezar un Padrenuestro. Dice que eso le da fortaleza y le protege de cualquier extraño suceso que pueda pasar en el sitio.

¿Extraño suceso? Sí. Trabaja hace más de 22 años como taxista y dijo que fue testigo de hechos que más de una vez le puso los pelos de punta. “Mis compañeros y yo fuimos testigos de cosas realmente raras”, dijo. Le interrumpe su compañero Gustavo Meza, quien agrega “nosotros ya estamos acostumbrados a los espíritus que rondan por acá”, he’i. A la consulta de casos que le ocurrieron, todos apuntaron que la voz de una mujer se escucha pidiendo un taxi. “A mí me pasó una noche que estaba solo en la parada. Vino a golpearme la ventana. Al salir no estaba nadie. Salí corriendo”, recordó César García, taxista del lugar.

Dicen que ya fueron testigos de muchos accidentes fatales

En medio de una ronda de tereré, los taxistas comentaron que para ellos ya es hasta si se quiere normal los rarófilos sucesos que pasan cada tanto.

“Escuchar pasos y que no esté nadie es normal en horas de la noche”, dijo el taxista Gustavo. “Pero esto no solo sucede acá. Si preguntás por la zona, te van a decir lo mismo. De que hay movimientos en esta zona, los hay”, agregó. Los tacheros comentaron que del otro lado donde están ubicados ya hubo muchísimos accidentes y que por ahí vendría la mano de los supuestos póra que se les manifiestan. “Fuimos testigos de muchos accidentes aquí”, dijo don Avelino.

Nada malo, todo tranqui

En el sitio nunca les pasó nada malo. Por eso, como que perdieron el susto que anteriormente tenían.