• FUE SU ALUMNA. María Felicia formaba parte de la “Unción Católica”, y la hermana María Yolanda, quien la recuerda, fue su alumnita

Su espíritu de servicio, su sacrificio, su amor hacia los demás y, por sobre todo, hacia Jesús eran las cosas que la hacían única y muy diferente a los demás. Desde chiquitita María Felicia, más conocida como Chiquitunga, dio señales de la bondad de su corazón.

“Un día vio descalza a una nena y le regaló sus zapatos. Volvió a su casa descalza ese día”, cuenta la hermana María Yolanda (78) del monasterio Carmelitas Descalzas.

“En otra oportunidad, sus padres le habían comprado un tapadito lindo para el invierno, pero ella cuando vio que una nenita no tenía en la escuela le regaló”, siguió la hermana.

A Chiquitunga la conocen por ser muy alegre y darlo todo por la Iglesia Católica. “Los dolores de cabeza no eran obstáculos para que ella siga sonriendo”, he’i.

La hermana María Yolanda no llegó a tener un trato de mucha confianza con ella pero sí tuvo el placer de conocerla cuando rondaba los 11 años y Chiquitunga los 25. María Felicia formaba parte de la “Unción Católica”, y se encargaba de enseñarles a los pequeños en base a las normas católicas y María Yolanda fue su alumnita.

“Ella es de Villarrica y cuando estaba todavía allí le visitaba a los enfermos en una bicicleta vieja que ella tenía. Tanto así que ya sabían que ella llegaba por el ruido que hacía esa bicicleta”, siguió la hermana entre risas.

La expectativa de las hermanas de las Carmelitas sobre la beatificación de Chiquitunga es bastante grande y están muy contentas y ansiosas de que pronto pueda concretarse.

Saua, el gran amor de su vida

Aunque Chiquitunga estaba decidida a entregar su vida a Dios, tampoco pudo librarse de las tentaciones humanas. Su gran amor aquí en la tierra se llamó Ángel Saua. La madre superiora Raquel contó que “fue una prueba para ella pero nunca pensó en abandonar su promesa”. Chiquitunga se entregó a Cristo a los 16 años. El momento más duro de María Felicia fue cuando el gran amor de su vida decidió ordenarse sacerdote. Igualmente para ella la historia no tenía futuro, ya que ella decidió ser completamente de Jesús.

Profecía: ¿predijo su muerte?

Una de las ocasiones en que María Yolanda tuvo un contacto muy cercano con Chiquitunga fue cuando en la calle ella y sus padres la vieron pasar. “Mis papás le preguntaron si iba a las Carmelitas y ella dijo que sí. Y algo que nunca voy a olvidar fue lo que dijo después: ‘Yo soy lo contrario de Jesús, viví 30 años de vida apostólica y ahora voy a vivir 3 años de vida oculta’”.

Al día siguiente ella se integraba como una hermana de las Carmelitas y tres años después murió por una enfermedad. Lo que dijo fue como una profecía.