• BUSCADO. El principal sospechoso de cometer este crimen se encuentra prófugo; la hija lo reconoció cuando salía del lugar tras los disparos

SAN IGNACIO. La ciudad de San Ignacio se encuentra todavía conmocionada por el doble homicidio que ocurrió en horas de la noche del miércoles, en el interior del hotel “Tía Marina”, a la altura del kilometro 222 de la Ruta 1, en la localidad misionera.

Era cerca de las 22:30 horas, cuando el estruendo producido por un revólver calibre 38 interrumpió la tranquilidad del lugar. Se escucharon cinco disparos seguidos, que venían de una de las habitaciones del lugar.

Tras el susto, algunas personas que se encontraban en el edificio fueron a revisar y hallaron en el interior de una pieza dos cuerpos tendidos, ensangrentados, ya sin vida. Se trataba de Graciela Gómez González (36) y Eligio Antonio Espinoza Baez (34), quienes eran pareja sentimental. Como principal sospechoso del terrible asesinato surgió el nombre de Santiago Silvero Torres (64), quien se encontraba con paradero desconocido hasta ayer y que, según los datos, es la expareja de Graciela.

La denuncia la hizo una de las hijas de la fallecida, quien afirmó que vio a su propio padre, Santiago Silvero, cuando se retiraba raudamente del lugar momentos después de haber escuchado los disparos. Ella había ido a verificar lo que sucedía y se topó con la escena del crimen. La menor comentó a los agentes lo que encontró y lo que escuchó y por sobre todo que había reconocido plenamente a su papá al salir del lugar. La mujer asesinada era la propietaria del hotel en donde la terminaron asesinando junto a su nuevo amor.

5 TIROS

Fue la cantidad de disparos que escucharon en medio de la que parecía una tranquila noche en San Ignacio.

Quedaron tres hijos sin madre

Las primeras hipótesis que manejan los investigadores de la Fiscalía sobre el caso del terrible homicidio es que el motivo sería producto de los celos que tenía la expareja de la mujer y más sabiendo que la misma ya tenía su nuevo amor.

Esta situación llevó aparentemente a la ira a Santiago Silvero y al descontrol del presunto homicida, quien no podía ver a su ex teniendo una nueva vida. Lamentablemente, sumado a la tragedia de la pérdida de estas dos vidas, quedaron tres niños huérfanos, luego de este caso de jejuka.