PRESIDENTE FRANCO. Chau loooco… ni los muertos ya no son respetados por los delincuentes, ya que un camposanto fue usado como depósito de sustancias ilícitas. Este hallazgo fortuito se dio en un cementerio ubicado en la ciudad de Presidente Franco, cuando dos albañiles omba’apo hína en el lugar, ya que estaban colocando unos azulejos en un sepulcro.

Lo que vieron los trabajadores en unos matorrales los descolocó por completo: en el sitio estaba una maleta de viaje abandonada. Y como la curiosidad mató al gato, se acercaron para ver lo que había en el interior, porque a simple vista se veía cargadísima de algo. Lo abrieron y encontraron varios paquetes que contenían “plantitas verdes”, por lo que oñemondyi los ñorsos.

Al toque agarraron sus celus y llamaron a las autoridades para darles participación en el hecho. Cuando llegaron los agentes del orden, lo primero que hicieron fue cerciorarse al estilo CSI, que en la maleta no haya explosivos mba’e. Un poli py’aguasu agarró una ramita seca y oprocedé por la misteriosa carga. Luego lo llevaron hasta la sede de Antinarcóticos, en donde el cargamento fue revisado y pesado: dio positivoite so’o a marihuana. La hierba estaba distribuida en 72 paquetes encintados que pesó 66 kilos. Se desconoce a los dueños de la carga maldita.

OTROS DATOS

La valija estaba en un yuyal bien escondida, luego al ser revisada, los volái lo llevaron hasta la sede de los antinarcos.

66 KILOS

La hierba maldita incautada estaba distribuida en 72 paquetitos, fue pesada dando 66 kilos de marihuana de alta calidad.