• 300 METROS. Fue la distancia que el prófugo brazuca tuvo que nadar para cruzar hacia el lado paraguayo

Un suceso tipo de película oiko en el Este del país, cuando un pescador se encontró con un fulano tiritando de frío y de dolor en la costa del río Paraná. Pero lo más loco de esta historia es que el misterioso ñato le contó con el aire que le quedaba que ¡cruzó a nado el Paraná! uno de los ríos más bravos de la región, desde el lado rapai. Agregó que estaba huyendo de los polis brasileños y cuando se vio acorralado, no le quedó otra que tirarse al caudaloso cruce y nadar los cerca de 300 metros de ancho del río.

El pescador no daba crédito a la historia que escuchó y llamó a los volái de la comisaría de Presidente Franco para que vengan a ayudar al prójimo. Cuando llegaron los nuestros, lo primero que notaron en el rapai fue una tobillera electrónica, que le ponen a los acusados de algún delito. Ahí se dieron cuenta de que el ñorso era un fugitivo de la ley.

El brazuca fue identificado como Salvado Da Costa, o sea su nombre ya lo dijo todo, ojesalvá costape. El tipo fue auxiliado por los bomberos y llevado hasta un hospital, ya que del esfuerzo realizado no podía ni mover un dedo, ya que las piedras que hay en el cauce del Paraná, hicieron de las suyas y lo golpearon todito mal.

ARRESTADO

Salvador Da Costa cuenta con un proceso por homicidio en el Brasil. Guarda reclusión en la Dirección de Policía.