• PASA DE TODO. Según la denuncia de los pobladores, el sitio avei es un nido de malvivientes, ya que sirve como guarida para ellos

Por las noches se escuchan ruidos raros salir desde un gigantesco yuyal ubicado en el barrio San Vicente de Paul, de Capiatá. ¿Son perros, gatos o algo de eso paranormal que ndaje abundan en la ciudad de los mitos y leyenda? No, la cosa va más allá. Lo que se escuchan son los gemidos de unos desconocidos que ingresan al sitio y ¡hacen cochinadas!

Los vecinos de la zona ikuerái del “ah ah ah” de los depravados y ya no aguantan más. Comentaron que la problemática no solo se limita a dar rienda suelta a los bajos instintos. Según denunciaron, el lugar avei es utilizado por malevos como escondite o aguantadero. También se drogan, chupan a full y hasta pescan por los transeúntes para cometer atracos. Es por esta razón que los pobladores piden por todos los cielos que las autoridades intervengan antes que pase algo peor.

“Hace años que estamos con esta problemática, pero ahora ya no podemos más. Esto anteriormente era una calle, pero se descuidó y terminó de esta manera. Es lamentable”, contó doña María Ojeda. La kuñakarai dijo que el sitio se convirtió en guarida y nido de malvivientes, y en las noches es utilizado como “salón de fiestas” o “refugio de amor”. “Aquí la gente entra como si nada y utilizan el yuyal como motel. Estamos cansados de esa situación”, dijo. “Antes de ayer vino la Policía y le llevó a una pareja que estaba haciendo sus cochinadas ahí. La vez pasada en un auto una señora y un muchacho también estaban haciendo eso”, explicó.

“Por acá rondan muchos niños y sería lamentable que vean”

Liza Martínez es otra de las vecinas que está cansada de esta problemática. “Es un motel de plantas y árboles. Además se volvió muy inseguro aquí”, dijo. “Por acá rondan muchos niños y es lamentable que vean algo de eso”, agregó.

Por su parte don Darío, quien hace más de 20 años vive en la zona, comentó que “nunca vi que se haya limpiado aquí. Ya pedimos muchísimas veces y no pasa nada”, tiró. “Entran personas que no sabemos quiénes son y con qué intenciones vienen. Es triste lo que pasa”, agregó. En la zona también hay una alcantarilla de donde supuestamente sale un fuerte olor desagradable que tiene a maltraer a los lugareños. Piden a la Muni que haga algo.