FIEL. Hace un poco más de un año recibió una terrible noticia por parte de los doctores, de la que salió victoriosa gracias a la fe en la Virgen Natividad de María

Hace un poco más de un año que Cynthia Ramírez (33) recibía una terrible noticia por parte de los doctores. Tenían que sacarle el útero para que los quistes que tenía adentro no se conviertan en cáncer. La noticia impactó en ella y más aún porque con eso no podía cumplir su sueño de volver a tener otro hijo.

Pese a ello, no se deprimió y sacó fuerzas de donde tenía. La fe y la esperanza rodeaban su día a día y no dejaron que acepte los pronósticos de los médicos. Y fue un 8 de setiembre del 2016, cuando Cynthia decidió entregarle su pesar a la Virgen Natividad de María, santa patrona de Guarambaré. Vestida de galopera fue a encomendarse a ella en su día en busca del milagro.

Ella asegura que desde ese día su vida cambió completamente: se sanó y hoy está embarazada de 6 meses. “Yo vine vestida de galopera a hacerle la promesa de que todos los años vendría así con este atuendo, si ella me curaba de esa enfermedad y me diera una hija. Como ya tengo un nene de 12 años, quería una nena, pero los doctores no me dieron mucha esperanza por mi caso”, relató. “Me encomendé a ella con mucho amor y le hice la promesa. Hoy, un año después vengo a agradecerle del milagro que hizo en mí. Nadie lo puede creer. ¡Estoy embarazada de una nena y no me operaron!”, dijo sonriente y derramando lágrimas de alegría.

El año que viene ya irá con su hijita, dijo Cynthia

Cynthia está embarazada de seis meses y es una nena. Embarazarse con el problema de miomas que tenía suponía un riesgo muy grande. Las posibilidades médicas de que pierda el bebé pronto eran muy elevadas, pero su fe intacta en la Virgen superó todo mal pronóstico e incluso hizo que poco a poco los miomas empezaran a esparcirse y desaparecer. “Cada ecografista que me ve cuando me hacen los estudios me dicen que es un milagro que mi bebé siga allí intacta y sanita”, aseguró.

El año que viene Cynthia ya piensa venir con su pequeña en brazos, también vestida de galopera, como eterno agradecimiento por este milagro. “Vamos a hacerlo cada año, hasta que Dios diga basta”, he’i.

Otra devota que viste a la Virgen por una promesa

Doña Catalina es otra devota de la Virgen Natividad de María y habló de los favores que ya recibió por parte de la santa patrona. Es por esa razón que bordó a mano el vestido de la Virgen. Todos esos detalles que lleva encima el vestido fueron hechos por ella.

Este año, los adornos de ñandutí que le puso fueron la sensación. A sus 88 años, doña “Cata” hace esto como agradecimiento a su santa patrona porque todavía puede bordar sin utilizar anteojos. “Estoy muy agradecida porque yo no uso anteojo para poder ver, veo demasiado bien y las manos están nuevitas siempre. No me tiemblan. También porque mi gente está saludable”, aseguró. “La gente se acerca y me dice gracias, muy lindo tu trabajo y lloran y eso me emociona mucho. Yo tengo mucha fe y amor por la Virgencita”, finalizó.