ESCUCHÓ SUS ORACIONES. “Todos los días nos arrodillábamos y pedíamos para ser padres devuelta”, dijeron

Por Rodrigo Valdez  (rodrigo.valdez@gruponación.com.py)

Hace un poco más de un año que Miguel Paredes (29) y Ana Romina Zanotti (26) tuvieron que enfrentar la peor muerte. La de una hija. La tragedia menos pensada.

En junio del año pasado, su pequeña Vivi (3), la única hija que tenían, fue asesinada por agentes de la Senad, tras un mal procedimiento. Ambos quedaron destrozados. La tristeza les carcomía por dentro.

La depresión y la angustia parecían ganar la batalla. Pero pasaron los días y pese a ese dolor tan grande, Miguel y Ana se mantuvieron de pie y ayudándose mutuamente sacaron fuerzas de donde podían por una sola razón.

“Por Viví, ella siempre está aquí, la sentimos”, fueron sus palabras de aliento. Es más, la pareja tenía un deseo. No pasó un solo día en que ambos doblaran rodilla y pidieran al de arriba ese anhelo: ser padres de vuelta. Y Dios escuchó sus oraciones y ¡por partida doble! La pareja ¡espera gemelos!

“Todos los días nos arrodillábamos y pedíamos a Dios para que nos dé esa bendición de ser padres de vuelta. Y hace unos meses fuimos al doctor y nos dieron la noticia que vamos a ser papá de gemelos. Dios escuchó nuestra oración y nos bendijo. Estamos muy felices. Mi señora está de tres meses de embarazo”, dijo con mucha emoción don Miguel desde su casa, ubicada en Itacurubí de la Cordillera.

“Sé que esto es cosa de Dios con Vivi. Ella siempre está en mi mente, en mi corazón y su lugar siempre está, eso nadie le va a quitar. Sé que ella nos manda a sus hermanitos para que nosotros estemos bien”, agregó.

“No veo la hora que llegue el día en que nazcan mis bebés y darle mucho amor y besos”, dijo.

“Voy a cuidar con mi vida a mis bebés”…

“Estuve muy mal por lo sucedido con mi Vivi, pero pude sostenerme de pie”, dijo don Miguel. “Dios nunca nos abandonó y ahora tengo dos razones más por quienes luchar día a día y salir adelante. Voy a cuidar con mi vida a mis bebés”, agregó.

“Me hubiese gustado verle a Vivi jugar con sus hermanitos, pero yo sé que mi hija está bien, en un lugar lindo, a lado de Dios y cuida de nosotros. Hasta ahora le sueño y nunca le vi llorar, siempre sonriente”, agregó.

A la consulta si ya manejan el sexo de los gemelitos dijo que “todavía no sabemos. Solo le pedimos a Dios que vengan sanos. Es lo único que importa”, finalizó.

“Cuando sean grande les voy a hablar de Vivi”

 Don Miguel comentó que tiene todos los juguetes de Vivi guardados y que prefiere mantenerlos así y no darles a sus gemelos. “Voy a comprarles juguetes nuevos. Los de Vivi para mí son muy especiales y no quiero que se descompongan”, dijo.

Agregó que cuando sus hijitos sean grandes les hablará de su “angelita”. “Cuando tengan cuatro o cinco años les voy a hablar de su hermanita Vivi, cómo era ella, qué le gustaba hacer, qué le pasó. Les voy a decir que tienen un ángel en el cielo”, dijo.

“Mi sobrina es el ángel que cuida de todos nosotros”

Por su parte, Alessandro Zanotti, tío de Viví, quien también había sido herido de bala por agentes de la Senad en aquel operativo errado en Nueva Italia y que acabó con la muerte de la pequeña, volvió a ser operado a causa de una hernia derivada de las heridas de balas que recibió en aquél lamentable suceso. La intervención fue todo un éxito.

“Es la tercera operación que me realizo. Gracias a Dios salió todo bien la operación y me estoy recuperando”, contó a Crónica Alessandro. “Sin dudas, mi sobrina es el ángel que cuida de todos nosotros”, dijo. Alessandro solo quiere que se haga justicia con todo lo que sucedió.

“Solo queremos eso. Hasta ahora el proceso sigue y queremos que se haga justicia. Sufrimos mucho y hasta sentimos lo que pasó y nos duele mucho”, dijo.

Fecha de la tragedia

Ocurrió el 18 de junio del año pasado en Nueva Italia. La familia Zanotti iba en una camioneta.

Por agentes de la Senad

Fueron sorprendidos con tiros por agentes de la Senad, quienes al parecer erraron de operativo.